La fuente mineromedicinal de As Burgas de Caldas continúa con filtraciones de aguas pluviales. Así lo indica la Xunta da un plazo de quince días al Concello para que transmite cuales son las medidas adoptadas en el último año para poner fin a esta contaminación de las aguas termales. En la petición del jefatura territorial de la consellería de Economía e Industria, solicitan también el resultado del análisis de la fuente tras la última inundación sufrida el 6 de octubre para evitar los casos de contaminación confirmados en el pasado mes de abril cuando los análisis reflejaron la presencia de coliformes en las aguas, obligando a declarar As Burgas no apta para beber.

El requerimiento del jefe del servicio de energía y minas de la Xunta, Tomás Nogueiras, al Concello, parte de una nueva denuncia de Anova Umia, que registró la inundación de la fuente por aguas pluviales el pasado mes. Se alertaba de una situación que se detectó ya en enero de este año, en el que ya la Xunta instó al Concello a que aplicase soluciones a este problema de inundaciones de la fuente termal cuando se producen precipitaciones intensas.

De este modo, se ponía de manifiesto que con estos casos "se podía poner en peligro la salud de las personas que utilizan las aguas mineromedicinales que brotan por los caños de la burga o del manantial del balneario Dávila", según recoge el informe del jefe del servicio de energía y minas. En el requerimiento, se reitera la adoptación de medidas urgentes para evitar la entrada de agua procedente de las calles y sumideros en el manantial de agua termal, "además de la limpieza interior del vaso de recepción del manantial de la Burga" realizado en julio del 2015. Esta obra implicó levantar las losas que cubren los depósitos de agua del manantial, así como pruebas en el conducto que une As Burgas con el lavadero termal, llegando a la conclusión de la necesidad de instalar un válvula que impida el retorno del agua a los depósitos una vez expulsada por los caños.

Precisamente en la petición reiteran que en las últimas lluvias fuertes se produjo una inundación de la zona baja de la fuente pública, sin que el sumidero existente pudiera evacuar todo el agua que alcanzaba esta zona, lo que provocó que el agua pudiera entrar por los caños de salida del agua hacia los depósitos.

Se trata de la tercera petición en este sentido que recibe el Concello, tras las del 30 de enero y el 18 de marzo. Por parte de la administración local, se anunció mejoras en el saneamiento así como una intervención en la que se pretendía dotar al depósito de la impermeabilidad necesaria para proteger una posible contaminación directa de la fuente e indirectamente del acuífero con hipoclórito sódico y que finalmente no se pudo llevar a cabo. Desde entonces solo se acometió la limpieza de los depósitos (la última operación de este tipo databa de 1929) y se llegó a un acuerdo de establecer un protocolo de actuación que nos permita limpiar el depósito-manantial con la periodicidad que determinen los técnicos. Desde el Concello propusieron para ello la instalación de unos anclajes en la plaza que cubren los depósitos para tener que evitar desellar y sellar cada vez que se realiza la limpieza.