Un simple paseo llega para darse cuenta de que la cantidad de locales y bajos cerrados y en alquiler o venta en la calle Michelena, una de las más céntricas de Pontevedra, es más elevada de lo habitual.
De los cerca de cuarenta bajos comerciales que hay en la calle, ocho tienen colgado el cartel de "Se alquila" o "Se vende". Esto supone más del 20 por ciento en una zona con mucho tránsito, que en una de sus mitades cuenta con sedes de organismos oficiales como el Concello de Pontevedra o un área de la Subdelegación del Gobierno, además de varias cafeterías y sucursales bancarias.
"Los precios bajaron hace tiempo porque la demanda estaba muy estancada y se han ido ocupando locales en calles más activas, como Benito Corbal, Sagasta o Peregrina", asegura Javier Tovar, de la inmobiliaria que lleva el mismo nombre.
En su opinión, comercialmente hablando, "la calle Michelena es de segunda categoría", lo que provoca que, aunque los precios de los alquileres sean menores, muchos bajos continúen vacíos a día de hoy.
"Es una calle céntrica, pero no se incluye en el grupo de Benito Corbal", puntualiza.
Según Tovar, hay que diferenciar dos tramos en Michelena, el que va desde A Peregrina hasta Gutiérrrez Mellado, "que tiene más tirón y, por eso, es más caro", y un segundo que finaliza en la Plaza de España, "de precios algo más asequibles".
De este modo, el precio del metro cuadrado será diferente dependiendo del lugar en el que se encuentre el bajo en cuestión, pero oscilará entre los 15 o 20 euros hasta los 30. Incluso los 60 en algún caso en concreto.
Los locales disponibles en estos momentos en Michelena tienen desde 30 metros cuadrados hasta 590, este último de tres plantas. Algunos de los propietarios exigen a los inquilinos dos meses de fianza y aval bancario. Los precios se mueven entre los 1.800 euros al mes hasta los 12.000, pero la media del alquiler ronda los 20 euros el metro cuadrado.
Bernardo Gómez, de la inmobiliaria Michelena, reconoce que se trata de una calle que alberga un tipo de negocio "muy particular".
"Esto no es Benito Corbal, donde el gigante Inditex crea el movimiento y una tienda de otro tipo, más pequeña, puede beneficiarse de la afluencia de público, que o bien va de compras o bien pasea por la calle viendo escaparates", afirma.
El profesional considera que en las calles como Michelena "el autónomo tiene que ganarse al cliente". "La gente no va a ir a tu tienda como en otras calles, tú tienes que conseguir atraerlo hasta ti. Es una zona más asequible en precios por eso, porque está pensada para el autónomo puro y duro, pero tiene que luchar por lo suyo".
Otra cuestión que Gómez destaca es que los locales de esta zona tienen que respetar el plan especial del casco antiguo, Peprica. "Las fachadas de los edificios en las que se encuentren los bajos tienen que ajustarse a la normativa, y eso a veces a la gente le echa un poco para atrás, porque lo que buscan es un espacio en buen estado y en el que no tengan que hacer mucha obra, porque eso ya encarece el negocio", apunta.
En Michelena hay una gran variedad de negocios diferenciados. Zapaterías, tiendas de ropa, de complementos, de juguetes, de cosmética, de material de oficina, de viajes y de golosinas comparten calle, entre otros, con varias cafeterías, una administración de Lotería y oficinas bancarias.
Muchos de sus edificios han sido renovados recientemente, y son sus locales los que ahora se ofrecen en alquiler.
Entre los que se encuentran vacíos, pero sin ningún cartel anunciador, figura el de la que fue la librería Michelena, que cerró sus puertas hace varios años.
