La carretera nacional 550, la principal arteria libre de peaje a lo largo de toda la comarca, se ha convertido en el único vial del entorno de Pontevedra en el que aumentó el tráfico en los últimos meses y algunos de sus tramos, en especial el que atraviesa Salcedo, supera ya los 22.500 vehículos diarios. Esta cifra supone un uso mayor que algunos sectores de la propia autopista. Según los últimos datos oficiales de Fomento, referidos a todo 2014 y que acaba de hacer públicos el ministerio, los 22.500 coches al día de la N-550 están por encima, por ejemplo, de los 19.146 de la AP-9 al Norte de la ciudad e incluso de los 21.581 de la PO-11 (la autovía de Marín), el segundo vial más utilizado en la comarca pero que permanece estable con respecto a años anteriores. En cambio, la carretera entre Pontevedra y Vilaboa ha visto como en dos años era utilizado por 1.500 vehículos más al día.
Este aumento convierte a la N-550 en el único vial de la comarca donde se registra un aumento del uso. Las caídas son generalizadas en la mayor parte de la red. Solo se observa una contención en la autovía de Marín y en la N-554, en Vilaboa. Trazados que tradicionalmente han sido de los más saturados, como la PO-308 entre la capital y Poio y la PO-531 a Vilagarcía, registran todavía cifras muy altas de uso (16.600 y 18.100 vehículos diarios respectivamente) pero presentan una ligera evolución a la baja desde hace unos años. Tampoco la autovía do Salnés, con una media diaria de 15.000 automóviles, llega a los niveles de la carretera de Vigo, salvo en verano, cuanto el recorrido entre Curro y Sanxenxo se dispara de forma notable.
Todo ello contrasta con la situación de la N-550, que cada vez presenta registros más altos. Así, el trazado al Sur de la ciudad, en Salcedo, absorbe 22.546 vehículos diarios a día de hoy, que se eleva a 23.746 en el nudo de O Pino. Sin embargo, en este último casi se han perdido tres mil coches en dos años mientras que en el primero se ganaron 1.500. Al Norte de Pontevedra, en Lérez, la N-550 registra 17.883 coches, que se reduce a algo menos de once mil en Alba. En ambos casos también se produce un mayor uso, aunque a menos escala que en Salcedo.
Si se comparan con el grado de utilización de la autopista en ambos tramos se puede deducir que la carretera convencional se consolida como una alternativa a la alta capacidad en trayectos cortos, por ejemplo, hasta Caldas o hasta Redondela. Así, la AP-9 al Norte alcanza según Fomento un uso de 19.146 vehículos diarios, con un descenso del 17% en los dos últimos años. Al Sur, la autopista recibe 26.058 coches cada jornada, con una caída del 18%, toda vez que en 2012 eran casi 32.000.
A la vista de estos datos, se comprueba que cada vez se equiparan más las cifras entre la AP-9 y la N-550. En Lérez solo hay una diferencia de mil coches a favor de la primera, mientras que en Salcedo la distancia aún es de 3.500. En todo caso, estos datos ponen de manifiesto que la conexión rodada entre Pontevedra y Vilaboa y Redondela e incluso Vigo ronda los 50.000 vehículos diarios, sobre en esas dos carreteras principales.
El recorrido de la N-550 por Salcedo previsiblemente se vea reducido en parte a partir de 2019, una vez que entre en servicio el primer tramo de la autovía A-57 entre Vilaboa y Marcón, cuyas obras acaba de comenzar el Ministerio de Fomento. Aunque sin el segundo recorrido, hasta Pilarteiros (Xeve), su utilidad será parcial, ese futuro trazado sí permitirá aliviar en parte el tráfico al Sur de Pontevedra.
