Otra de las carreteras nacionales en la comarca es la N-541, que enlaza Pontevedra con Ourense, pero su panorama es muy diferente al de la N-550. De entrada, es utilizaba tres veces menos que ésta, con menos de 8.000 vehículos al día. En concreto, Fomento contabiliza 7.728, novecientos menos que dos años antes, lo que pone de manifiesto una caída en su uso a su paso por Mourente que es generalizado desde hace tiempo. Aún así, mantiene un elevado tránsito local y una elevada densidad residencial, lo que dispara su uso peatonal, de ahí la necesidad de proceder a su mejora.

Esta carretera será objeto en los próximos meses de una notable reforma en virtud de un proyecto ministerial de 2,77 millones de euros y que incluye la urbanización de 4,2 kilómetros en las parroquias de Mourente y Bora, junto con algunos tramos en Cerdedo y Cotobade. En el caso de Pontevedra está previsto remodelar algunos cruces, con una rotonda en el de Carballedo, e instalar unos 1.350 metros de nuevas aceras.

Figueirido-Rande

Por su parte, la N-554, que atraviesa Vilaboa desde Figueirido hasta Rande, estabiliza su uso en los 10.200 vehículos diarios, una cifra que se mantiene sin grandes alteraciones desde que se convirtió en la alternativa gratuita por excelencia de la autopista desde que en 2006 se eliminó el peaje para cruzar el puente de Rande desde O Morrazo. Numerosos usuarios, en ambos sentidos, ya utilizan este recorrido para ahorrarse el peaje, lo que hizo que los 6.400 vehículos diarios de hace una década sean ahora más de 10.000, si bien sin aumentos significativos desde que en 2010 se llegó a esa barrera.

En 2000 se contabilizaban 4.949 vehículos al día y cinco años después apenas se registraban 1.400 más, pero después se disparó su uso: ocho mil en 2007, nueve en 2009 y más de 10.000 desde entonces. También la PO-11 en Placeres presenta una evolución similar, de equilibrio, con unos 18.000 vehículos diarios.