Una semana ha bastado para que los carniceros de Pontevedra hayan notado un descenso en sus ventas de carne roja y productos procesados como consecuencia del informe que la Organización Mundial de la Salud hacía público el pasado lunes. En sus conclusiones, la OMS aseguraba que la carne procesada entra dentro del grupo 1 de sustancias cancerígenas, en el que ya figuran, entre otros, el tabaco. Por su parte, la carne roja ha sido incluida en el grupo A2 como probablemente carcinógena para los humanos.

A los pocos días matizaba esa información señalando que no hay que dejar de comer este tipo de productos, pero sí hacerlo en menor cantidad. Un argumento que no ha convencido a los comerciantes del sector, que, en algunos casos, cifran hasta en un 40 por ciento la disminución de las ventas.

"Se podían meter con quien se tienen que meter. Nosotros solo queremos trabajar. Vendemos productos artesanales, hechos por nosotros mismos", aseguraba ayer Manolo Verde Seixo, de la carnicería Verde Seixo de Pontevedra.

Según el profesional, el anuncio de la OMS ha provocado que sus clientes hayan dejado de comprar carne roja. "Nosotros vendemos carne a las mismas personas desde hace treinta años, y aún así se creen lo que quieren creer. Se ha creado una alarma, pero el problema es que los afectados somos siempre los mismos", se queja.

"Vivimos de esto y cada determinado tiempo sufrimos bajadas en las ventas por algún motivo: la gripe aviar, la gripe porcina, las vacas locas... En épocas así llegas a casa acribillado", afirma. El carnicero explica que en su negocio, de carácter familiar, han notado esta semana que las ventas en charcutería caían en picado. "Un simple ejemplo: si cada semana vendemos unos seis kilos de jamón serrano, esta hemos vendido solo cincuenta gramos".

Del mismo modo se manifiesta José Piñeiro, de la Carnicería Jose, que cifra en un 40 por ciento la caída en la venta de carne de ternera y de productos elaborados.

"Es increíble, pero este tipo de anuncios a nosotros nos hacen mucho daño. Deberían pensárselo muy bien antes de hacer público algo así", dice.

Al carnicero le consta que muchos ciudadanos ni siquiera se habían informado bien sobre el estudio de la OMS, que califica de "alarmista", "pero al final donde se nota es en las ventas".

Aditivos

Desde la Carnicería Celia, en la Plaza de Abastos, Celia Abal aclara que "lo que realmente es cancerígeno son los conservantes, colorantes, los aditivos... "Nosotros solo trabajamos con ternera lechal. No vendemos todos lo mismo. Nos ponen en el mismo saco a todos, a los que seguimos un proceso artesanal y a las grandes superficies. Donde más lo hemos notado ha sido en la venta de hamburguesas, porque aunque la gente que te compra todo el año tiene confianza en tus productos, termina dejando de lado a algunos productos", explica.

Por su parte, desde Carnicería Fidel reconocen que es la primera vez que la gente ha dejado de comprar productos elaborados, especialmente las hamburguesas. " No nos han preguntado, simplemente no los incluyen en la compra del día", indican.

"Está bien concienciar, pero no alarmar", dicen, asimismo, desde la Carnicería Don Clodio, donde han notado que la gente no pide tanta ternera estos días, "se decantan más por el pollo".

En realidad, desde este establecimiento reconocen que esta semana ha habido muchas bromas al respecto por parte de los clientes: "más que preocupada, la gente estaba sorprendida y bromeaba". "Pero sí que es cierto que al final los que pagamos el pato somos nosotros. La conclusión es que hay que consumir de todo. No echarse a la comida basura", subrayan.

Sin cambios

Aunque también hay algún establecimiento de Pontevedra que asegura que no ha notado cambio alguno y que el anuncio de la OMS no ha afectado estos días a su caja. Es el caso de la Carnicería M.J., desde donde explican que al no trabajar con productos elaborados no se han visto afectados. "La carne de ternera que picamos la picamos delante de la gente. Son clientes fijos y confían. Afortunadamente no podemos decir que nos haya perjudicado", asegura su responsable.