El meollo de la cuestión está en adivinar cuanta calderilla de esos setenta y un millón de euros ha reservado Raimundo González, portavoz municipal y concejal de Hacienda, para negociar con la oposición tripartita su apoyo a los presupuestos 2016 y saber, de paso, los "cartos" que ha destinado en esta ocasión a los fondos reservados del alcalde Lorix.
Una relación del empleo de esos miles de euros que el alcalde reparte sin dar cuenta a nadie sería una exclusiva periodística de alcance internacional, dado el papel relevante adquirido por nuestra ciudad en el mundo mundial. Yo mismo me apuntaría a firmarla sin dudarlo un segundo.
Por primera vez en mucho tiempo, tal negociación no tiene lugar puertas adentro, es decir con un socio de gobierno del BNG (siempre el PSOE), sino puertas afuera, frente a una oposición mayoritaria. Eso tiene su morbo.
La ex concejala socialista Margarita Castejón, que está en la gloria lejos del Ayuntamiento, podría escribir un best-seller local con sus recuerdos y memorias de las negociaciones presupuestarias con Raimundo González. Dos perros viejos, con perdón, que tuvieron sus más y sus menos, aunque la sangre nunca llegó al Lérez.
De cualquier forma, Raimundo González ha evidenciado durante estos años su condición incuestionable de maestro en el arte de la negociación de los presupuestos del Ayuntamiento, al igual que Sun Tzu, por ejemplo, ha demostrado su admirable sabiduría en el arte de la guerra. Y si se tuerce la negociación deseada, aún le quedaría en la manga el comodín de la prórroga de los presupuestos, donde también resulta un consumado artista.
María Rey reúne a priori todas las papeletas para convertirse en su objeto del deseo bien entendido; o sea en dedicar unas cuantas "perras" a satisfacer sus demandas, seguramente en el ámbito de lo social que es donde mejor se encuentra la concejala de Ciudadanos, y asunto resuelto. Luego ya veremos si la chica sale o no respondona, que esa es otra cuestión.
Con Luís Rey haría bien en no contar, porque no se dejaría. Y con Jacobo Moreira el asunto es una incógnita, porque ya hubo un rápido acuerdo BNG-PP en asuntos pecuniarios tras constituirse la nueva corporación. De modo que Raimundo González no lo tiene tan difícil.
