Las redes municipales de saneamiento que vierten a la ría presentan un "mal estado" general, con filtraciones y otras deficiencias, y la capacidad de la depuradora de Placeres es "insuficiente" para atender el volumen de aguas residuales que generan los 165.000 habitantes conectados a esa planta. Estas son las dos principales conclusiones a lasque llega Augas de Galicia para explicar el nivel de contaminación y vertidos que padece la ría de Pontevedra. Un estudio técnico asociado al plan para el saneamiento de todo este ámbito, en proceso de licitación en la actualidad, realiza un exhaustivo análisis de todo el sistema de Marín, Poio, Vilaboa y Pontevedra y advierte de que "cada uno de ellos presenta su problemática, pero todos registran un denominador común: la gestión de volúmenes de aguas residuales, de infiltración y pluviales muy superiores a su capacidad".
El informe deja claro que hay un "mal funcionamiento de todo el sistema (que vierte en la depuradora de Placeres), incapaz de gestionar la cantidad de agua pluvial y de infiltración". Añade que "la falta de un esquema concreto de sistema (unitario o separativo) a lo largo de su desarrollo en el tiempo, provocó un sistema configurado como separativo que se comporta como unitario sin estructura alguna de regulación. Además, el mal estado de la red y su desconocimiento, facilita un importante volumen de infiltración que merma la capacidad del sistema de gestionar aguas pluviales". El documento apunta que "si a todo esto se añade el mal funcionamiento de la depuradora y su falta de capacidad para tratar el volumen producido por la población del sistema, es evidente que se necesita un instrumento de planificación que permita tener una visión muy concreta de los problemas y permita planificar las actuaciones precisas para lograr una mayor eficacia del mismo y permita un régimen de explotación coherente y efectivo". La redacción de este instrumento es el que la Xunta saca ahora a licitación.
En todo caso, Augas de Galicia ya dispone de un panorama global de la situación, municipio por municipio. El mayor número de deficiencias se detecta en Poio y Pontevedra. En el primer caso, el informe hace referencia a problemas de vertidos y filtraciones al menos en los bombeos de Combarro, A Seca, Mirador, Lourido, O Laño y Raxó.
Por su parte, en Poio se analizaron siete áreas de saneamiento y se considera la de Os Gafos como una de las más problemáticas al tratarse de "un colector que discurre por las márgenes del río y recoge el agua de distintas parroquias con un elevadísimo caudal de infiltración así como un elevado caudal de aguas pluviales". Son algunos de estos defectos los que trata de solventar el Concello con un proyecto propio, después de que la Xunta decidiese no ejecutarlo.
Pero no es el único caso en la capital. También se detectan anomalías en los bomberos de la avenida de Marín y Cocheras, que dirigen todas las aguas del municipio hacia la depuradora y donde las mariscadoras denuncian vertidos frecuentes a la ría.
En el caso de Marín, el estudio se limita a describir la red, sin alertar de problemas concretos, si bien sí apunta que el bombeo denominado Mogor 2 "solo da servicio al 20% de la población", mientras que se apunta a la necesidad de modificar la estación de A Lonxa para ampliar su capacidad, una obra ya prevista.
Por último, detalla que "la incidencia del saneamiento del municipio de Vilaboa es el menos transcendente en el funcionamiento del sistema de Placeres. Se trata de una red muy rural que tiene como característica el elevadísimo caudal de infiltración que aporta al sistema en relación al caudal que le correspondería si atendiésemos únicamente a la población servida. Entra en el sistema a través de la cuenca de Os Gafos por lo que aporta directamente su caudal al sistema aguas arriba de la estación de bombeo de la avenida de Marín. Existe una válvula de compuerta en el límite municipal entre Vilaboa y Pontevedra que limita el caudal hacia el colector de Os Gafos si bien lo que provoca, es la entrada en carga del colector aguas arriba y el alivio por rebose de los registros".
El informe no entra a analizar los casos de Sanxenxo y Bueu, ya que no vierten a la planta de Placeres, si bien si se ha detectado la existencia de vertidos directos a la ría desde ambos municipios.
