Soraya es alumna de la ESO en el instituto Luis Seoane de Pontevedra y realiza estos días con otra docena de compañeros un trabajo extraescolar sobre la igualdad y la convivencia. En el marco de esa actividad, ayer acudía todo el grupo a la sede del Concello para reunirse con la concejala de Benestar Social, Carme Fouces y conocer las iniciativas municipales en esta materia. La cita con la edil, programada desde la pasada semana, coincidía con la concentración de repulsa por el asesinato ocurrido el pasado sábado en Pontesampaio, un crimen de violencia machista que pone de manifiesto la necesidad de profundizar en el tema central del trabajo de estos alumnos: la igualdad.

Acompañados por la profesora Luisa Márquez y otros docentes del instituto, los alumnos no dudaron en sumarse a la concentración institucional de ayer e incluso en reforzar su reivindicación. Soraya dejó claro que "mozas o mozos temos que vivir en igualdade, é un bo criterio para la convivencia das persoas". Su compañera de la ESO y de centro Marta Fernández no dudó en calificar de "bestia" lo ocurrido en Pontesampaio. "Non me parece normal que el pleno século XXI pasen estas cousas. Esto paréceme moi bestia; e necesario loitar pola igualdade neste país e no mundo". Su presencia no solo reforzó el rechazo de la sociedad a la violencia machista, sino que dejó claro que la lucha por la igualdad no es solo cosa de los legisladores o los políticos. Es un comportamiento que se debe enraizar desde las aulas.

Junto a ellas, políticos de todos los grupos municipales, funcionarios y ciudadanos en general, se sumaron a la concentración de repulsa en la calle Michelena que condenaba el asesinato de Conchi Reguera Peón. Tras un sentido minuto de silencio y un aplauso de homenaje a la víctima, y a las demás asesinadas, todos los grupos mostraron su apoyo a la familia y abogaron porque esta sea la última concentración de este tipo, síntoma de que la violencia machista ya habría desaparecido.

El alcalde, Miguel Fernández Lores, admitía al término de la concentración que "decir algo nuevo ya es prácticamente imposible" porque se acaban las palabras para condenar estos crímenes, y subrayó, tras las intervenciones de los escolares, en la necesidad de "educar a la sociedad". Lamentó que "durante años se hayan inculcado en la sociedad unos comportamientos tolerantes con el machismo, incluso como un componente en todas las religiones, y es imprescindible cambiar la mentalidad para lograr el respeto a todos. Esta violencia debe finalizar y además de la educación, debe haber medidas legislativas y ejecutivas que pongan fina esta vergüenza del siglo XXI".