Reunión decisiva en la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra con el objetivo de cerrar de una vez por todas la escalada de tensión surgida a raíz del conflicto entre vendedores ambulantes de los mercadillos de la provincia como consecuencia del enfrentamiento entre los denominados clanes de gitanos de los "zamoranos" y "morones".

A petición de la asociación gallega de ambulantes y de un colectivo de ambulantes de O Morrazo (cabe recordar que el conflicto se desató a raíz de una pelea en el mercadillo de Cangas), estos vendedores se reunieron esta mañana en Pontevedra con el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, y los mandos policiales de Guardia Civil y Policía Nacional en la provincia. Tras esta reunión, Coello anunció que hace ya días se tomó una decisión (pionera en la provincia y que nunca se había tomado antes) de crear un órgano conjunto entre Policía Nacional y Guardia Civil para el seguimiento exclusivo de esta problemática con el objetivo de compartir información y tener una respuesta más rápida ante cualquier situación que pueda surgir de la evolución de esta problemática. Coello insistió en que la competencia de la celebración de los mercadillos es de los ayuntamientos, pero puso a disposición de los alcaldes a las fuerzas del orden en el caso de que tengan alguna dificultad para hacer cumplir sus respectivas normativas o la ley.

De hecho, el mensaje que quiso lanzar Antonio Coello es que las fuerzas de seguridad ya trabajan con la Fiscalía (también muy preocupada por esta cuestión) y que en esta cuestión va a cumplirse "el imperio de la ley". Por ahora no adelantó ningún dato relevante sobre la investigación acerca de la autoría del tiroteo del túnel de Valladares de la semana pasada.

Los vendedores ambulantes pidieron que los Concellos tan solo permitan participar en los mercadillos a los vendedores que tengan la correspondiente autorización y alta en regla.