Durante las investigaciones realizadas por el juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra para aclarar quién estaba detrás de Gómez de Bodaño S. A. se llegó a la persona que figuraba en última instancia como propietaria de la constructora tras el pago de un euro. Este era el ciudadano paraguayo José Antonio Frutos Ayala. El juzgado trató de localizarlo para citarlo a declarar pero se llevó una enorme sorpresa cuando comprobó que este hombre estaba siendo buscado acusado de descuartizar a un hombre en Ponteareas cuyo cuerpo apareció en un arcón congelador en junio de 2014. Más tarde Frutos Ayala se entregó y también pudo declarar por estos hechos en Pontevedra reconociendo que era un mero testaferro.