Relevo al frente del centro penitenciario de A Lama. El coruñés José Ángel Vázquez Yáñez asumirá a mediados de la próxima semana la dirección de la prisión pontevedresa en sustitución de Álvaro Nuevo García, según confirmaron fuentes sindicales.
Casado y con una hija, José Ángel Vázquez cuenta con una amplia experiencia en cargos de responsabilidad en Instituciones Penitenciarias pese a su juventud, puesto que tiene 39 años de edad. Hasta la fecha prestó servicio en prisiones como Teixeiro, Monterroso, Huelva y en 2010 fue nombrado subdirector del centro penitenciario de Soto del Real. De allí pasó a dirigir la prisión de Pereiro de Aguiar en Ourense, cargo que ostentaba anteriormente desde 2013 hasta que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias pensó en él para ponerse al frente de la prisión pontevedresa de A Lama en lo que será el destino de mayor responsabilidad de su carrera profesional.
Y es que frente a una población reclusa de 330 internos en Pereiro de Aguiar, Vázquez Yáñez asumirá el reto de gestionar un centro con más de 1.300 presos y con un importante porcentaje de FIES, internos de especial seguimiento. Desde capos de los grupos del narcotráfico, a integrantes de células yihadistas o presos de ETA.
En el currículum de Vázquez Yáñez también aparece una incursión en el campo de la política en 2007 cuando encabezó la lista con la que el PSOE intentó alcanzar la alcaldía del municipio coruñés de Curtis.
Vázquez Yáñez deja el centro penitenciario de Ourense después de haber impulsado reformas que permitieron mejorar la seguridad perimetral de la prisión, así como las condiciones de salubridad y habitabilidad del centro. Sustituye en Pontevedra a Álvaro Nuevo García quien dirigía la prisión de A Lama desde el verano de 2012.
Guerra a las drogas
Nuevo García dejará A Lama después de avanzar de forma significativa en algunos de los objetivos que se marcó a su llegada, como erradicar en la medida de lo posible la presencia de sustancias estupefacientes en el interior de la prisión; continuar impulsando los módulos convivenciales y terapéuticos, así como facilitar el acceso de la mayor cantidad de internos posible a trabajos remunerados y a actividades de formación que aumentasen su empleabilidad, dado que considera esta faceta fundamental a la hora de lograr la reinserción del recluso.
Bajo su dirección le tocó gestionar una pequeña crisis que se vivió en la prisión tras el envío de una carta que contenía polvos blancos y que iba dirigida a él. Esto provocó la activación de una alerta biológica en el centro penitenciario que fue desactivada poco después tras comprobarse que el contenido de este sobre no suponía ninguna amenaza para la salud del personal del centro penitenciario.
