El Gobierno central volvió a reiterar la imposibilidad, al menos por el momento, de desafectar el tramo de la antigua vía férrea entre Arcade y Pontevedra para convertirlo en una "vía verde". Lo hizo en una respuesta parlamentaria a preguntas del diputado socialista Guillermo Meijón fechada el pasado 9 de septiembre y en la que el Ejecutivo central insiste en la necesidad de "mantener el antiguo tramo afecto al dominio público ferroviario en previsión de su necesidad para garantizar la continuidad de los tráficos de mercancías ante el futuro cambio de ancho del Eje Atlántico".

La excusa es la misma utilizada hasta el momento, la posible utilización de este ramal para los transportes de mercancias una vez que llegue la hora de sustituir el denominado ancho ibérico por el europeo en el año 2018. De esta forma, los transportes de mercancías no ocuparían las vías de alta velocidad y en el caso de este ramal se considera fundamental para dar salida a los tráficos ferroviarios procedentes del puerto de Marín.

La respuesta parlamentaria se produce casi coincidiendo con una nueva petición formulada desde el Concello de Pontevedra a la ministra Ana Pastor para que esta vía en desuso se convierta en senda verde, una posibilidad que parece cada vez más difícil.

En su respuesta, el Ministerio de Fomento recuerda no obstante que "el Ministerio de Fomento está implicado en la puesta en marcha de actuaciones que propicien el desarrollo, social, cultural y económico de los municipios y Adif dispone de un procedimiento reglado para la puesta en marcha de iniciativas de recuperación de líneas cerradas para transformarlas en vías verdes".

70 años

Dentro de esos procesos sí podrían entrar los puentes sobre el Lérez y el Verdugo que Fomento sí cederá al Concello por espacio de 70 años y que se podrán transformar en estas sendas ambientales. De hecho, en el viejo puente sobre el Lérez ya se han levantado los raíles y se habilitó su uso peatonal. No se cedía sin embargo el puente sobre el río Ulló por el que discurre este tramo que se quiere mantener operativo.

La reivindicación de transformar estos nueve kilómetros de línea ferroviaria en una senda ecológica no solo era una reivindicación del Concello de Pontevedra. Vecinos de Pontevedra, Soutomaior y Vilaboa recorrieron a pie el pasado mes de mayo este tramo en desuso tras la puesta en funcionamiento del Eje Atlántico para reclamar su conversión en una vía verde.