La pretendida planta de compost de Canicouva no será la única que se ejecute en la provincia en los próximos años. Al menos seis más son las que el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, anunció ayer en el pleno del Concello, durante un debate auspiciado por el PSOE para exigir al gobierno local que renuncie a la ubicación elegida en el monte y opte por un polígono industrial. Mosquera, responsable de Medio Ambiente en la institución provincial y que ha convertido el compost en el principal eje de su nueva etapa política, no aclaró, en todo caso, el coste de estas futuras plantas, el papel de la Diputación en este proyecto y tampoco sus posibles ubicaciones. En cambio, sí subrayó que la legislación europea y las directrices del Gobierno (a través del Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos del Ministerio de Medio Ambiente) "prohiben el vertedero o la incineración para los residuos orgánicos a partir de 2020".
Con respecto a la planta de Canicouva, el edil descartó su traslado a un polígono industrial pese a la oposición de Pontesampaio a ese emplazamiento y reclamó a la oposición que plantee un lugar alternativo. También apuntó que quizás Soutomaior y Ponte Caldelas se sumen a ese plan, "pero nunca será, ni muchos menos una planta provincial", de ahí que se apueste por esa red de "7, 8 o 9 instalaciones, no solo la de Canicouva". El portavoz del PSOE, Agustín Fernández, añadió otros posibles municipales que llevarían su basura orgánica al recinto pontevedrés: Vilaboa, Cotobade, A Lama, pero el vicepresidente de la Diputación apostilló que "probablemente no".
El debate surgió a raíz de la activación en los últimos días del proyecto de Canicouva, con la próxima adjudicación a sus comuneros del concurso de oferta de terrenos, unas 10 hectáreas de monte por las que recibirán 20.000 euros al año en concepto de alquiler. El PSOE, siempre opuesto a ese emplazamiento, criticó la "contradicción medioambiental del BNG al destruir diez hectáreas de monte enmascarado en con un parque forestal", el de A Fracha, "después de ser rechazada la planta en muchas otras parroquias". Reclamó cifras concretas sobre costes de los proyectos, vías de financiación, mantenimiento y otros detalles, sobre todo ante la situación económica del Concello, acuciado por el pago de la deuda de Sogama.
"A favor del compostaje"
Fernández subrayó en varias ocasiones que "el PSOE está a favor del compostaje" pero cuestiona el modelo pontevedrés por "chapucero" e insistió en el uso de terrenos industriales. Los socialistas encontraron en el pleno de ayer el apoyo del PP y de Ciudadanos. El popular Jacobo Moreira destacó su alineación con los vecinos de Pontesampaio que se oponen a la ubicación, "que ya estaba decidida de antemano y después se hizo una tramitación-paripé". Tampoco ve mucho futuro a los "composteros que promueve desde la Diputación".
Por su parte, María Rey también apoyó la propuesta del PSOE pero se mostró más crítica que el PP. De entrada, condicionó su respaldo a "que nos digan donde la quieren ubicar", una pregunta sin respuesta concreta más allá del suelo industrial. Además, echó en cara de Fernández que presentara la propuesta de ayer por la vía de urgencia, una fórmula que Ciudadanos no comparte. "Tiene usted -espetó a Agustín Fernández- una dedicación exclusiva en el Concello para poder presentar sus mociones en plazo y no solo por presiones vecinales".
