Unos 340 escolares del colegio A Inmaculada de Marín y de Verducido (Pontevedra) participaron en un taller de "Froitas de outono" organizado entre el centro y la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra. Los pequeños (de entre seis y doce años) se animaron a probar sabores desconocidos para la mayoría de ellos: las feixoas, las guayabas fresa y los "kiwiños", junto con nueces y castañas.

Fue la primera vez que el centro escolar A Inmaculada de Marín participa en la iniciativa y, según la jefa de estudios, hubo una gran satisfacción por la acogida que tuvo por parte de los chavales. Por eso se está pensando en repetir para el próximo curso y ampliar la degustación también al alumnado de Educación Secundaria.

Este año, los pequeños, además de participar en la degustación, también realizaron trabajos paralelos sobre las frutas dirigidos por los profesores de Primaria, tales como murales (ya colgados en los pasillos del colegio) o fichas, entre otras actividades de las clases de naturales.

Feixoa

La fruta con más éxito fue la feixoa, de la que muchos niños aún siguieron comiendo después. "Hubo niños que hasta llegaron a comer ocho y diez feixoas y avisaban de que las pedirían luego en casa", indicó una de las profesoras.

Las frutas cedidas por la Estación Fitopatolóxica de Areeiro a los centros escolares de la provincia son plantadas y recogidas en las huertas del organismo provincial.