La deflagración de gas fue muy espectacular y causó la alarma en todo el barrio de O Burgo y las proximidades de Pasarón, lo que hizo temer en un principio unas consecuencias peores. Según explicaron los Bomberos, que accedieron al interior de la vivienda siniestrada, el estallido se circunscribió a la cocina del piso, que fue donde se concentraron los principales daños, y no fue necesario proceder a desalojar el resto del inmueble.

No obstante fueron muchos los vecinos los que se echaron a la calle tras producirse el siniestro, tanto por temor a que hubiera desperfectos en la estructura como por conocer los detalles del suceso. Así, el entorno del número 53 de la calle Juan Bautista Andrade se convirtió enseguida en un hervidero con todos los efectivos y vehículos de emergencia desplegados en la zona. El tráfico se anuló en la calle Luis Otero, desde la rotonda de Pasarón mientras se daba también aviso a técnicos del gas para comprobar el posible origen de la deflagración y realizar mediciones por si se detectaba algún escape o filtración.