La sesión de tarde-noche dominical de la discoteca La Luna en Cerponzóns, Pontevedra, es una de las más concurridas de la provincia pero si además esta cuadra con un festivo por delante la afluencia a esta discoteca pontevedresa se dispara. Y esto fue lo que ocurrió en la noche del domingo al festivo lunes. El tránsito de vehículos hacia la discoteca fue tal que el amplio aparcamiento del local se quedó pequeño y fue incapaz de absorber todo el flujo de tráfico que tenía como destino La Luna.

Esto provocó que se generasen importantes retenciones en ambos sentidos de la N-550, una de las principales arterias de comunicación de la provincia, lo que motivó también una contundente reacción por parte de los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico que movilizó a un buen número de las patrullas disponibles hasta las inmediaciones de esta discoteca pontevedresa. Una vez allí, según fuentes presenciales, los agentes decidieron cortar el acceso al colapsado aparcamiento para evitar así los embotellamientos. Esto provocó que muchos de los clientes buscasen un lugar de estacionamiento alternativo en los arcenes de esta carretera nacional, algo que ya habían hecho muchos automovilistas ante la gran afluencia de gente a la discoteca. Una problemática que se repite en mayor o menor medida otros domingos, pero que el pasado se desbordó. Los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico completaron su intervención sancionando a todos aquellos vehículos que estaban estacionados ocupando la parte el arcén transitable de la calzada y algunos de ellos ocupando parte del carril de circulación de este vial. El resultado en cuanto a número de multas, según distintas fuentes consultadas, fue espectacular: Más de 230 sanciones por mal estacionamiento en tan solo una noche.

Para algunos usuarios la intervención de Tráfico, aunque no dudan de su legalidad, fue exagerada al considerar que la mayoría de los coches que ocupaban el arcén no suponían un peligro para la circulación en el lugar en el que estaban aparcados pero lo cierto es que ocupar la parte transitable del arcén es una infracción claramente castigada por el código de circulación.

Según distintas fuentes, las sanciones impuestas variaban en su cuantía dependiendo de la gravedad de la infracción: 80 euros para aquellos vehículos que ocupaban el arcén y 200 euros para aquellos cuyo coche invadía también alguna parte de la calzada, aunque sin llegar a obstaculizar el paso de los vehículos.

Algunos usuarios se quejan, sin embargo de que, si el celo de los agentes de Tráfico es el mismo para cualquier vehículo aparcado en el arcén de una vía interurbana, el rosario de multas no tendría fin cada día en carreteras como la PO-308 entre Pontevedra y Sanxenxo en donde los coches aparcados en el arcén están a la orden del día.

Vigilancia de la PO-531

Por otra parte, después de que la DGT anunciase que se iba a intensificar la vigilancia con radar en la curva de Curro ayer ya se pudo observar a los vehículos camuflados de la Guardia Civil de Tráfico controlando los niveles de velocidad en la denominada "curva de Curro".