Cuatro vecinos de Santiago, miembros de una misma familia, se vieron obligados a pasar la noche del viernes al sábado en Pontevedra, a la que habían acudido para pasar la tarde, ya que no pudieron retirar el coche del aparcamiento donde lo habían estacionado, en la calle Benito Corbal. Al llegar a recoger el vehículo, se encontraron el local cerrado y nadie se ofreció a abrirlo, pese a que incluso medió la Policía, según relata una de las afectadas, Juana María Otero Suárez.

Ante la imposibilidad de recuperar el coche y las medicinas necesarias para dos de los afectados, optaron por pasar la noche en dos hoteles y acudir al día siguiente a protestar al propietario del garaje. Califican el caso de "atropello" y formularon una reclamación en las oficinas de Consumo.