Perjuicios para la salud, daños materiales que colectivamente suman gastos millonarios, consecuencias sobre la economía local y un incremento de la polución ambiental son algunas de las consecuencias negativas de la "saturación" de badenes que sufren las calles de Pontevedra. Así se recoge en un estudio universitario elaborado por el experto en Seguridad Vial por la UNED, graduado en Ciencias Policiales por la Universidad de Vigo, Celso Paz. Este especialista ha realizado un amplio informe sobre los efectos y consecuencias de este tipo de reductores de velocidad, tanto sobre las personas como sobre el desarrollo de la ciudad y su economía, en este caso a largo plazo.
Tras analizar 81 pasos elevados y 8 resaltes situados en el núcleo urbano de Pontevedra, el estudio concluye que al menos el 90 por ciento de estos elementos "no reúnen condiciones de higiene y seguridad, constituyendo una fuente inevitable de molestias, daños corporales y riesgos para los conductores", al margen de producir daños materiales, que en el acumulado del tráfico de la ciudad significan "un coste de millones de euros para los ciudadanos".
Desde un punto de vista legal -explica Celso Paz-, estos elementos pueden calificarse mayoritariamente de "obstáculos ilegales" por lo que propone que las autoridades encargadas de velar por la seguridad vial "deberían exigir la retirada de la mayor parte de ellos", así como rebajar la mayoría de los restantes. El experto sostiene que los polémicos "lombos" de Pontevedra "socializan el castigo" de quienes incumplen los límites de velocidad.
En lo que se refiere al medio ambiente, el trabajo concluye que la ciudad sufre con estos badenes un innecesario incremento de elementos contaminantes químicos y acústicos.
"Esta situación es percibida ya con claridad por la totalidad de los profesionales del transporte, que han presentado sin éxito reiteradas quejas ante las autoridades municipales", expone el autor del estudio, quien considera que "debe corregirse la actual situación de los obstáculos en Pontevedra y paralizarse la implantación prevista de otros muchos", y apunta a los que se prevén crear en los accesos al hospital de Montecelo.
Consecuencias
El estudio, dirigido por el profesor José Antonio Vilán Vilán, analiza las consecuencias prácticas de la implantación de estos sistemas reductores de velocidad, evaluando los costes mecánicos, medioambientales, higiénicos y otros. Aborda especialmente la implantación actual de estos sistemas en Pontevedra, su encaje en la normativa y su aplicación en la práctica.
Indaga además sobre sus resultados en cuanto a la reducción de la accidentabilidad, sus ventajas, inconvenientes y las posibles alternativas.
Para llegar a estas conclusiones, el autor ha contado con la colaboración de varios técnicos en seguridad vial y en sanidad. Así, entre las consecuencias sobre la salud explica un amplio dossier los daños que estos obstáculos llegan a suponer sobre la columna vertebral y hernias, artrosis de codo e incluso desprendimiento de retina. Dedica un apartado especial a los daños y perjuicios al colectivo de discapacitados.
Analiza además los daños materiales que originan estos obstáculos, que en conjunto suman pérdidas millonarias para los ciudadanos, así como el deterioro en los servicios de emergencias, daños medioambientales, contaminación química y acústica, así como los costes económicos en cuanto a daños materiales, gasto de combustibles, indemnizaciones y bajas como consecuencia de los daños sobre la salud del trabajador, repercusiones sobre el comercio local (asegura que desincentivan la entrada en la ciudad de clientes de poblaciones vecinas) e incluso el daño moral sobre los afectados.
Este experto indica que la medida de protección peatonal más eficiente es su separación física del tráfico rodado.
Admitiendo que esta división no siempre es posible ni perfecta y que han de ser consideradas otras medidas, recuerda que para conseguir el objetivo de reducción de la velocidad, quiera o no el conductor, se han inventado infinidad de estrategias y mecanismos, algunos de ellos más modernos y exitosos con el calmado del tráfico y con menores consecuencias, como el "cojín berlinés", en medio de la vía, las "almohadas", que permiten el paso de vehículos más anchos como camiones o ambulancias, o el "speed kidney", como un "lombo" más extenso y menos agresivo.
