Paula Barros, de 29 años y natural de San Xurxo de Sacos (Cotobade), se fue a vivir a Madrid en junio de 2010. "Me fui en esa época pensando que en verano podían surgir más oportunidades laborales, aunque finalmente no fue así", recuerda. Eligió la capital española porque conocía gente allí, entre ellos al que es su actual marido, "y porque pensé que tendría más oportunidades que en otros lugares de España".

El hecho de haber estudiado Publicidade y Relacións Públicas en Pontevedra también le animó a escoger ese destino: "ya que hay una concentración mayor de empresas de comunicación".

Los inicios fueron difíciles, ya que tuvo que compartir piso con otras jóvenes, aunque la ventaja fue que al hacerlo en Móstoles, los gastos eran mucho menores.

"Mi familia no se lo tomó excesivamente mal, ya que sabían que iba a estar bien. Me ofrecieron su ayuda en todo momento", reconoce agradecida.

En estos más de cinco años, la joven pasó por cinco empresas. "En mi caso, he tenido bastante suerte, porque tenía buenas condiciones económicas y buenos contratos. Yo hablaba con otras amigas y compañeras de profesión y se quejaban de que les hacían contrato de prácticas tras contrato de prácticas", explica.

Cuando habla de esa suerte que le ha acompañado, es consciente de que en Galicia no hubiera tenido nunca un sueldo similar a los que ha tenido trabajando en su especialidad.

"Madrid está llena de gallegos. En cualquier circunstancia te encuentras uno", señala. "A todos les gustaría volver a Galicia, pero la situación laboral lo complica mucho. Hay mucha gente que está asentada".

Lo que más echa de menos de su tierra es el ritmo de vida: "Aquí, en Madrid, la gente anda siempre acelerada. Tú, en Pontevedra, puedes improvisar quedar tus amigos espontáneamente. Aquí no. Aquí tienes que organizarlo con una semana de antelación".

La joven confiesa que para ella sería un sueño volver a Pontevedra. "Lo que nos frena es que si te quedas sin trabajo en Madrid tienes más oportunidades de encontrar algo, mientras que en Galicia todo es más difícil".