Pontevedra era el municipio que mayor deuda arrastraba con Sogama, pero no el único que mantiene conflictos con la empresa por la cuantía de su tasa. El presidente Javier Domínguez se congratuló ayer del convenio con la capital, que zanja no solo la deuda sino también la gran cantidad de pleitos judiciales aún abiertos, y emplazó a los demás municipios morosos a "seguir su ejemplo". De hecho, solo tres aceptaron acuerdos de este tipo y aún hay una docena de ellas "díscolos", como los calificó Domínguez. Entre otros están Narón Salceda de Caselas, A Fonsagrada o Becerreá y casi todos están gobernados por el PSOE o el BNG.

Sobre todos pesa ahora un proceso para dejar de recibir la mitad de las transferencias de la Xunta, que serían desviadas a Sogama, empresa que necesita liquidez con urgencia. De hecho, para cerrar el acuerdo con Pontevedra, aceptó renunciar a buena parte de los intereses aún en litigio, lo que supone entre 500.000 y 800.000 euros perdonados.