En 2016 se cumplen 70 años de un hito del mundo la botánica: la resurrección de una especie forestal que se creía extrinta. Se trata de la Metasequoia gluptostroboides H. H. Hu & Cheng, que tras ser considerada fósil se redescubrió un ejemplar vivo en 1943 en una provincia china. En 1951 se plantó en Lourizán un ejemplar único en España con el que es propiedad de la familia Botín en Cantabria, y que aspira ahora a ser declarado Árbol Europeo del Año 2016.

El Centro de Investigación Forestal de Lourizán la propuso en un concurso internacional para ser declarada Árbol Europeo del Año 2016. Tras quedar finalista con otras 6 candidaturas españolas se ralizará una votación ciudadana para elegir al ejemplar ganador y pide los votos ciudadanos en https://www.facebook.com/bosquessinfronteras.https://www.facebook.com/bosquessinfronteras

El árbol, recuerdan desde el centro de investigación, simboliza el esfuerzo de un grupo de botánicos que en plena Segunda Guerra Mundial garantizaron la conservación de la especie e incluso distribuyeron sus semillas a pesar de los tiempos extremos. La Metasequoia del Pazo de Lourizán, "además de ser un ejemplar catalogado como sobresaliente por su porte excepcional, sigue produciendo semillas con las que se perpetúa esta historia", se felicitan sus orgullosos cuidadores, que animan a todos los admiradores de este bello ejemplar a colaborar en su declaración como Árbol Europeo del Año 2016.