El Ministerio de Fomento acaba de retomar el proceso de pago de las expropiaciones, después de dos años sin avances, y la ministra, Ana Pastor anunció hace unos días que las obras del primer tramo de la circunvalación, entre Vilaboa y A Ermida (Marcón) comenzarán "en la primera quincena de octubre". Sin embargo, el inicio real de estos trabajos todavía carece de fecha exacta. La falta de una resolución de la Audiencia Nacional sobre la paralización cautelar o no del proyecto mantiene bloqueadas las máquinas de la empresa San José, adjudicataria desde junio de esta actuación, con un presupuesto de contrata de unos 60 millones de euros.
Hace meses, la plataforma vecinal Salvemos A Fracha, que se opone de plano al proyecto por esta sierra, presentó un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional en la que cuestionaba la tramitación ambiental por supuestas irregularidades. Como el fondo de este asunto puede demorarse varios años, la plataforma pidió al mismo órgano que decretase una suspensión cautelar de cualquier obra en la A-57 mientras no se resolviera el recurso principal. La respuesta de la Audiencia Nacional sobre este último aspecto se demora desde hace tiempo. Se aguardaba para junio o julio, pero pasadas las vacaciones de verano se confiaba en conocer su respuesta en septiembre. En pleno plazo anunciado por la ministra de Fomento para comenzar las obras, el abogado de los vecinos, Jerónimo Escariz, admitió ayer que "seguimos esperando" y dejaba claro que "mientras no se pronuncie la Audiencia Nacional no se puede ejecutar obra alguna".
Base de obras en Marcón
Curiosamente, cuanto Ana Pastor fue preguntada, en la apertura de la calle Josefina Arruti sobre este asunto, derivó cualquier explicación a la empresa adjudicataria. En todo caso, el ministerio parece confiado en que la resolución será a su favor. De hecho, Escariz confirmó ayer que "ya hay vecinos a los que se les han ingresado los depósitos previos y otros recibieron llamadas" para aportar sus datos. Además, la empresa ya ha montado una "base de operaciones" cerca de A Ermida, en la parroquia de Marcón, donde previsiblemente comenzarían los trabajos en el caso de que la Audiencia Nacional así lo autorice. Jerónimo Escariz desconoce las razones del retraso del auto que tanto vecinos como empresa y ministerio aguardan desde hace meses.
El tramo Vilaboa-A Ermida, de unos 6,5 kilómetros de longitud, es el único en marcha de todos los que conforman la A-57, ya que no hay avances administrativos desde hace años ni hacia el Norte ni hacia el Sur.
A finales de 2013 se convocó a los propietarios de más de 2.000 fincas en Vilaboa, Tomeza, Marcón y otros lugares con el fin de iniciar los trámites de expropiación de más de un millón de metros cuadrados de terreno, así como ocho edificaciones, de las que tres eran viviendas. Entonces se estimaba que, en conjunto, se estima que resultaban afectadas 914 fincas en el municipio capitalino y otras 1.210 en Vilaboa. De las ocho edificaciones relacionadas en el listado expuesto en su día al público, tres se catalogan como viviendas, otras tres son depósitos y dos más están consideradas como casetas. Dos años después, comienza el pago real de esos terrenos, al menos a algunos afectados.
Este primer sector de la circunvalación contará únicamente con dos enlaces, al principio y al final del tramo. Comenzará en A Ermida, con una nueva rotonda en la carretera de Ponte Caldelas y un enlace "mediante la tipología de diamante con glorieta única". El otro enlace permitirá unir la circunvalación con la N-550 en Figueirido y obliga a crear un ramal de dos carriles entre ambos viales de 1,8 kilómetros. Incluye una gran rotonda en la A-57 y se remodelará el enlace de conexión con la AP-9 en el área de peaje de Vilaboa, para disponer de viales tanto hacia Vigo como hacia Pontevedra, ya que actualmente solo es posible acceder a la autopista en dirección a la capital.
