Fueron apenas tres horas de máxima intensidad del viento, entre las 10.30 y las 13.30 horas, pero generaron tal cantidad de incidentes en todo el municipio de Pontevedra que los Bomberos y la Policía Local tuvieron que multiplicarse para atenderlas todas y establecer turnos de prioridad. Además de estos dos servicios, más Protección Civil, empresas concesionarias y brigadas municipales estuvieron en alerta para actuar durante el temporal, según indicó el Concello.

La caída de árboles fue uno de los principales efectos de esta climatología adversa en todo el municipio y uno de los casos más graves se produjo en las inmediaciones de San Mauro, donde un ejemplar de grandes dimensiones se desplomó sobre la carretera de Ponte Caldelas y apenas permitía el tráfico. Los vecinos fueron los primeros en ponerse manos a la obra para despejar el vial. Armados de motosierras y muy enfadados por trabajar sin ayuda se dedicaron a retirar el árbol, mientras uno de ellos trataba de dirigir el tráfico, si bien también acudieron después efectivos municipales.

Los Bomberos también tuvieron que acudir a Monte Porreiro porque una mimosa obstaculizaba el vial de acceso a la estación de bombeo, y a Campolongo, con varios ejemplares desplomados sobre los jardines. En la calle Otero Pedrayo y en Cabanas, en Salcedo, también hubo accidentes similares, junto con otros muchos ejemplares tronzados o rotos por todo el municipio. También en Monte Porreiro, en la calle Alemania, los Bomberos tuvieron que actuar para retirar parte del recubrimiento de la cubierta de un inmueble, mientras que a mediodía acudieron al edificio Las Torres, en la esquina de García Camba con Andrés Muruáis debido al desprendimiento de cristales desde una ventana en la octava planta. Se valló temporalmente la acera para evitar accidentes.

Los contenedores desplazados y derribados por el viento fueron una constante toda la mañana, con casos en Eduardo Pondal, Manuel del Palacio, Pintor Laxeiro, Alexandre Bóveda, Alcalde Hevia o Corbaceiras, entre otros, si bien este apartado tuvo mayores consecuencias en Loureiro Crespo, donde varios contenedores de diversos tipos de basura se deslizaron por la calle hasta alcanzar la terraza de una cafetería próxima, que quedó seriamente dañada, ya que se rompió el toldo y se produjeron otros desperfectos. También en Pontesampaio se trabajó para asegurar una carpa con riesgo de soltarse. Vallas de obra (en Pedreira, Peregrina, Corbaceiras o Conde Bugallal), paneles de terrazas, señales y otros elementos también fueron pasto del viento en la ciudad.

Según Meteogalicia, las mayores rachas en la comarca se registraron en Monte Xesteiras, en Cuntis, al llegarse a 145 kilómetros por hora. En Pontevedra, la estación de Lourizán marcó 65 km/h, muy cerca de los 60 de Ponte Caldelas, mientras que en Poio y Sanxenxo se superaron los 70. La lluvia también fue intensa, con más de dos litros por hora por momentos.