Aunque el mínimo de terrenos que pretendía el Concello en Canicouva eran 20.000 metros cuadrados, los comuneros ofrecieron cinco veces más, hasta 10 hectáreas en sus montes. No obstante, buena parte de ese espacio se reserva para la recogida de biomasa con la que elaborar, junto con la basura orgánica, el compost, así como el parque forestal de A Fracha. En concreto en el lugar elegido es el denominado "Rega do Loureiro", un punto que, según el presidente de la comunidad, cuenta con "acceso rodado público" y su distancia más cercana a un núcleo habitado es de 1.290 metros, al lugar de Baltar, en Ponte Caldelas.

La comunidad de montes de Canicouva recibirá 2.000 euros al año por cada hectárea cedida para la planta de compost (son por tanto 20.000 euros) así como cuarenta céntimos por cada tonelada de basura que se trate en esas instalaciones. Así se establece en el borrador de contrato negociado hace varios meses entre los comuneros y el gobierno local.

La duración de este acuerdo se establece por 30 años, prorrogables hasta 75 y otra de las cláusulas del contrato establece que la planta deberá estar en funcionamiento en el plazo máximo de cuatro años desde la firma y se garantiza "que la planta no provoque molestias, contaminación ni peligros". Con el calendario ya en marcha, el gobierno local mantiene su intención de disponer de la planta en 2017, coincidiendo con el final del actual contrato municipal de recogida de basuras.