La oposición en pleno y el gobierno local ya tienen un nuevo punto de fricción: el crematorio proyectado por Funespaña detrás del cementerio de San Mauro. La reunión que todos los grupos, salvo el BNG, han gestionado con la empresa para el próximo miércoles con el fin de negociar, si es posible, un terreno alternativo, alejado de las viviendas, para ubicar esa instalación, no contará con la presencia del gobierno local. El alcalde, Miguel Fernández Lores, adelantó ayer que no participará en ese encuentro al entender que el asunto está zanjado.

Salvo que el BNG cambie de opinión de aquí al miércoles, su ausencia supone una significativa baja ya que, de llegarse a un acuerdo con la funeraria, tendría que ser el gobierno local el que lo gestionase después. Entre las razones por las que el alcalde se desliga de esta negociación puede estar también el hecho de que se trata de una iniciativa que la oposición planteó a Lores hace unas semanas pero que no fue atendida entonces, por lo que el grupo de Marea Pontevedra, donde hay varios integrantes de la plataforma Non Crematorios Pontevedra Leste, tomó el relevo y logró concertar la cita.

El objetivo es tratar de conocer los planes de Funespaña con respecto a su crematorio, sobre todo después que ya exista otro en la comarca, y, de seguir adelante con él, si sería posible trasladarlo a otro emplazamiento. Para ello se baraja una posible permita de terrenos entre el Concello y la empresa, si bien el gobierno local no parece muy dispuesto a aceptar esa posibilidad.

La portavoz de Ciudadanos, María Rey, aclaró ayer que la reunión con Funespaña fue gestionada por el concejal de Marea, Luís Rey, pero "ni la oposición manifestó una postura común respecto a los crematorios ni se eligió un portavoz" sobre este asunto, por lo que cada grupo acudirá a la cita del miércoles sin un pacto previo.