La vía elegida por el BNG del sistema "asambleario" para justificar su decisión de mantener los "lombos" e incumplir el acuerdo plenario para crear unas rutas sanitarias en el entorno de Montecelo llevó ayer a la oposición a movilizarse contra la "manipulación" nacionalista de estas reuniones con los vecinos. Además de acudir a la primera de ellas, ayer en Os Campos, los grupos emplazan al gobierno local a acatar el acuerdo "de la mayoría" que obliga a regular estos pasos elevados y reducir su número.

El concejal del PP José Luis Martín criticó ayer la "falta de respeto" del BNG al citado acuerdo y quiso subrayar en varias ocasiones que "no estamos en contra del modelo urbano, ni de los lombos, sino que queremos mejorarlo, ya que está demostrada la eficacia de esos elementos". De hecho, planteó su instalación en la avenida de Vigo (ante Sanidade), debido a los excesos de velocidad en ese tramo.

En todo caso, el PP sí cree necesario regular tanto el número como las dimensiones de los "lombos", pero ayer cambió en parte su discurso anterior. Frente al acuerdo de todos los grupos (salvo el BNG) de crear rutas sanitarias libres de lombos, Martín apuntó ayer que se trataría de crear itinerarios con "menos pasos elevados (no más de uno cada 50 metros) y más suaves. Además, se apuesta por "otros sistemas", en especial semáforos y radares.

En todo caso, el PP se mostró ayer, horas antes de la asamblea de Os Campos, de este tipo de "asambleas solo cuando interesa". "Los concejales representan a los vecinos y la mayoría ya se pronunció en el pleno con un acuerdo de obligado cumplimiento", dijo Martín, quien se preguntó si el "BNG optará por estas asambleas cada vez que hay un acuerdo contrario a sus intereses".

Los populares insisten en la necesidad de que se elabore una ordenanzas específica de "lombos" ya que "la normativa municipal de tráfico actual es de 1989 y no se ha actualizado, comenzando con los pasos elevados en 2003 sin ninguna regulación". Por ello, el PP apuesta por aplicar las normas del Ministerio de Fomento, que no son de obligado cumplimiento en vías municipales, y niega que la opción de los radares, con las consiguientes multas a los infractores, tenga un efecto meramente recaudatorio.