La comparación con las otras siete grandes ciudades gallegas, Pontevedra no es la única que logra un saldo migratorio positivo, dado que A Coruña y Vigo también reciben un número superior de migrantes que llegan a la ciudad frente a los que la abandonan. Sin embargo, en el resto de las urbes son más los que se marchan que los que se establecen en ellas. En el conjunto de la comunidad autónoma el saldo migratorio sigue siendo negativo. El pasado año la diferencia a favor de los que se fueron de Galicia fue de 2.279 personas.