Los concentrados agitaron el miedo a la emigración y recordaron el éxodo sirio en Europa "hacia Alemania, donde hay trabajo", dijo Soto. Cedeira, por su parte, explicó que "soy nieta de un pontevedrés que tuvo marcharse a Asturias a buscar trabajo y a labrarse un futuro que aquí no había. Yo no quiero hacer lo mismo. Quiero darle un futuro a mi hija en Pontevedra. Y como yo, todos los que estamos aquí, ya que somos una plantilla con una media de edad que ronda los 45 años, y tenemos derecho a un futuro laboral en Pontevedra". También recordó que en su día su marido quedó en el paro y el único sueldo era el de ella, de Ence.