La inejecución del Plan Especial de Dotaciones e Infraestructuras de O Revel, en Vilalonga, aprobado en 2012, comienza a tener consecuencias directas detectadas ya por el cuatripartito, entre las que destaca el encarecimiento del coste de mantenimiento de la escuela infantil. Problemas de malos olores y atascos constantes en las tuberías de desague vienen derivados de la falta de una planificación y de una red de saneamiento que de solución a las infraestructuras existentes, y a las previstas, en O Revel.

Así lo manifestó ayer la concejala de Educación, Sandra Fernández Agraso, tras una reunión mantenida en las instalaciones de la escuela infantil con los dos arquitectos que diseñaron el proyecto y un responsable de la empresa constructora. Todos ellos fueron citados por la adjudicataria de la escuela infantil al detectar importantes defectos que dificultan el buen funcionamiento de las instalaciones. La mayoría de ellos, de origen estructural, serán reparados por la empresa constructora toda vez que la obra fue recibida hace tan solo tres años.

Sin embargo, el problema con mayor dificultad está en los malos olores y los atascos constantes que la red de saneamiento presenta en estas instalaciones. La falta de desnivel parece estar en el origen de esta situación.

Según explicaron en la reunión, el saneamiento fue conectado a un pozo facilitado ya por el Concello y al que vertía el campo de fútbol de O Revel, primera infraestructura construida en esta zona de equipamiento. Sin embargo, apenas existe desnivel, lo que obligó a buscar una solución técnica que ahora no resulta del todo eficiente y que obliga al Concello a duplicar el coste de mantenimiento para evitar atascos en las tuberías y, como consecuencia, que se produzcan malos olores.

Y es que, según el gobierno local, el proyecto inicial contemplaba que el saneamiento de la escuela infantil se conectase a una red en la carretera, que está sin construir, entre el centro sociocultural que está en esqueleto y vallado, y la actual guardería municipal. Al no ser posible esta conexión, el gobierno local del que formaba parte María Deza como concejala de Urbanismo y Paz Lago en el departamento de Educación, optó por una alternativa provisional que carece del desnivel suficiente para garantizar un óptimo servicio, extremo que fue advertido en su momento por la empresa constructora.

Al margen de este problema, en la que el actual equipo de gobierno ha solicitado a la empresa que trabaje en la búsqueda de alternativas que eviten que las arcas municipales se tengan que ver gravadas por un mantenimiento constante, la reunión sirvió para revisar otras deficiencias en las instalaciones.

Así, la empresa constructora se comprometió a solventar un problema de humedad en el pasillo de la escuela infantil, así como a buscar solución a las bolsas de agua que se acumulan en el patio interior de la misma. También cambiará al menos dos persianas que están inoperativas. Sandra Fernández Agraso agradeció la buena disposición de la empresa para solventar las deficiencias detectadas y la actitud colaboradora en todo momento, tanto de esta firma como de los dos arquitectos redactores del proyecto.

Sandra Fernández considera que este es un ejemplo más de "como se hacían las cosas en este Concello hasta ahora: Sin previsión y sin tener en cuenta las consecuencias que se podían derivar de esta improvisación continua".

En este sentido, la edil de Educación ve en la política urbanística instaurada en Sanxenxo por Telmo Martín el origen del problema. Y es que el plan de urbanización fue aprobado en 2012, pero no llegó a ejecutarse por carecer las arcas municipales de recursos económicos, destinados ya en ese momento a pagar millonarias sentencias indemnizatorias que hipotecarán durante años la operatividad del Concello de Sanxenxo.

Críticas a Telmo Martín

"A Telmo Martín le gusta presumir mucho de que precisa poco tiempo para poner las cosas en marcha, pero nunca habla de las consecuencias que luego tienen sus deciciones", matiza Sandra Fernández, que sin embargo reconoce que en el tema de O Revel "las prisas no fueron la causa de esta improvisación, porque desde que se empezó a hablar de esta infraestructura hasta que se hizo pasaron por lo menos seis años", concluye.