Este es el fin de semana por excelencia de "Las altas presiones", el segundo largometraje de Ángel Santos (Marín, 1976), una cinta de 84 minutos rodada, mayoritariamente, en Pontevedra.
La película, de la pontevedresa Matriuska Producciones, será proyectada esta tarde y mañana por la noche en la sección "Made in Spain" de la 63 edición del Festival de Cine de San Sebastián, que comenzó ayer y se extenderá hasta el 26 de septiembre.
En "Las altas presiones", que fue estrenada en el cine de Pontevedra el pasado mes de mayo, aparecen reconocidas localizaciones de la ciudad, como la Praza da Leña, el interior de la Facultade de Belas Artes o un exterior en un portal de uno de los edificios más antiguos de la calle Cruz Vermella. Además, la música corre a cargo de los también pontevedreses Unicornibot.
"Estar en San Sebastián es, de alguna manera, un broche. La película comenzó su recorrido hace un año justo y en su momento se valoró para que fuese proyectada en el festival. Finalmente no entró, por lo que el hecho de que ahora se vaya a ver allí nos hace muchísima ilusión", aseguraba ayer Ángel Santos, horas antes de coger un avión que le llevaría desde Galicia a la ciudad vasca.
Reconoce que, como director, asiste a este tipo de eventos "con cierta intriga, porque San Sebastián, de repente, es el festival más grande de España y sientes cierta inquietud, en plan: ¿qué hago yo aquí?". "Sobre todo, sientes ilusión porque es un reconocimiento para la película", añade.
Esta proyección se añade a la lista de méritos logrados por la cinta, como el galardón a la Mejor Película en la sección Nuevas Olas del Festival de Sevilla 2014.
"Cuando uno comienza un proyecto de este tipo no piensa, ni para bien ni para mal, en el futuro. Solo piensas en la manera en que quieres hacerlo, en cumplir tus expectativas", explica Santos respecto a los reconocimientos de "Las altas presiones".
En este sentido, considera que su elección para el festival puede estar relacionada con que trate temáticas y preocupaciones "que tienen mucho que ver con lo que sucede en España hoy día".
Aunque con modestia, el director se muestra satisfecho con la acogida por parte del público de la cinta, especialmente en Pontevedra. "Es muy importante lo que se diga a pie de calle, y la gente se encontraba con un tipo de cine que no suele ver en cartelera y con escenarios reconocibles de su ciudad, que se pone en valor, porque no todo tiene por qué rodarse en Madrid o en París", explica.
Gran parte de ese éxito lo atribuye al equipo de trabajo, entre los que se encuentran los actores de la compañía de teatro pontevedresa Voadora: Marga Pazos y Hugo Torres. "Hay gente de fuera y gente de aquí, porque de lo que se trata es de ir buscando las personas que necesitas exactamente para el proyecto. En el caso de Voadora fue como trabajar con amigos", subraya.
Las influencias del cine de autor, como el francés Éric Rohmer, sobre la obra de Ángel Santos no le han echado atrás a la hora de hacer el tipo de película que le gusta, pese a que en cartelera sean las menos productivas. "Con estas cosas siempre tengo dudas sobre el resultado. Te sorprende cómo la puede recibir un tipo de público que puede no tener esos referentes cinéfilos. Yo creo que lo que hay que hacer es tratar al público con honestidad".
La película ha comenzado un nuevo circuito menor por varias ciudades gallegas y en breve iniciará uno por el extranjero que le llevará a Los Ángeles, Londres y Toulouse, entre otros destinos.
El regreso a la ciudad
"Las altas presiones" está protagonizada por Miguel (Ángel Gertrudix), un joven que viaja a Pontevedra, su ciudad natal, con el encargo de registrar las localizaciones para una película. Este viaje trae consigo el reencuentro con viejos amigos, pero también a la posibilidad de una nueva relación, con Alicia , una joven enfermera.
Junto a Ángel Gertrudix y los integrantes de Voadora Teatro, protagonizan la cinta Itsaso Arana, Diana Gómez y Juan Blanco.
Además de "Las altas presiones", serán proyectadas en el festival de San Sebastián otras producciones gallegas: "El desconocido", del lucense Daniel de la Torre; el documental "Cocinando en el fin del mundo", con los chefs del Grupo Nove, y "Psiconautas", de animación.
