Que la economía no es una ciencia exacta parece que quedó demostrado en la comisión de ayer donde se debatió la Conta Xeral de 2014, un documento que resume toda la actividad económica del Concello el pasado año. El gobierno local echó mano de los informes técnicos para asegurar que el ejercicio finalizó con un superávit de 4,7 millones de euros y que la deuda por habitante se redujo de 266,82 euros a 210,18. También se subraya una mejoría del índice de solvencia a corto plazo y de la liquidez inmediata.

En cambio, para el PP este mismo documento pone de manifiesto que "las arcas municipales están muy al límite y de torcerse las previsiones económicas se incurriría en inestabilidad presupuestaria". También se quejó la oposición del aumento del tiempo de pago de las facturas a proveedores, a unos 50 días, por "no estar preparado el Concello para la factura electrónica", pero sí aplaudió la rebaja del IBI a la Universidad.