Las tímidas precipitaciones registradas ayer en la comarca de O Salnés y el territorio del Ullán entorpecieron levemente una vendimia que, como se explicó en los últimos días, está lanzada, aunque no alcanzará su momento de máximo esplendor hasta la semana que viene.

En cualquier caso las lluvias no causan problema alguno y la uva mantiene intactas sus propiedades, de tal manera que las bodegas y viticultores garantizan su máxima calidad.

Todos los consultados ayer insisten en que las enfermedades no han hecho acto de presencia, hablan de abundancia y se muestran tranquilos ante las previsiones meteorológicas.

Así lo hacen constar, por ejemplo, en bodegas La Caña, una firma ubicada en Vilagarcía de Arousa, a los pies del Monte Lobeira y con el grueso de sus viñedos en Ribadumia. En este caso empezaron la vendimia el domingo pasado, "adelantándonos en más de una semana con respecto al año pasado, cuando comenzó el 15 de septiembre", esgrimen.

Desde estas instalaciones, pertenecientes al grupo comercializador Jorge Ordóñez y donde elaboran dos vinos cien por ciento albariño, como son "La Caña" y "La Caña Navia", resaltan que "la uva está en plenitud de condiciones, con 13 grados de alcohol y 9 de acidez.