Tras cuarenta días en los que conocidos de la familia y vecinos de Moraña han estado viendo a los diferentes medios pasar día tras día por su pueblo en busca de información, el hermetismo y el respeto a los familiares de las niñas asesinadas es máximo en Moraña.
Ninguna persona cercana a los familiares quiere contar más de lo necesario y se limitan al discurso de que la familia continúa "muy afectada" por lo sucedido, que condenan los hechos y que por ese motivo todos necesitan pasar página y continuar con sus vidas dejando atrás este tormentoso acontecimiento que puso a su pueblo en boca de toda España y que afectó casi de forma directa a una población de algo menos de 4.500 habitantes.
Si bien algunos vecinos sí han apuntado a que el trato de David Oubel con su familia es nulo y nada parece indicar que este puede retomarse en un futuro próximo después de que muchos afirmasen que no habrían hablado con él desde lo ocurrido.
Cabe recordar que muchos morañeses acudieron hasta el juzgado de Caldas de Reis en los días en el que Oubel se presenció para declarar ante el juez para increpar e insultar al presunto asesino.
