La presentación pública de la nueva directora de la Coral Bella Helenes de Pontevedra terminaba el pasado jueves en un altercado y con la presencia de la Policía Nacional, alertada por el que fue el director de la agrupación durante 28 años, desde su fundación, Manuel Antonio Pintos. El motivo no era otro que la división entre los miembros de la coral ante el cambio de dirección. Pintos denunció ante los agentes al actual presidente de la Bella Helenes, Víctor Pérez, por supuesto intento de agresión. Además, el exdirector acusó a la directiva de celebrar una asamblea ilegal para echarle de su cargo, unos hechos por los que, dice FARO, está dispuesto a acudir al juzgado.
-¿Cómo es posible que las diferencias en la coral desembocasen en un incidente tan desagradable el pasado jueves?
-Esta pregunta no te la puedo contestar porque no lo sé ni yo.
-¿Usted iba tranquilo a la presentación de la nueva directora?
-Yo llegué tarde porque no quería llegar de primero, y eso que sabía que estarían allí los 21 compañeros que apoyan mi permanencia al frente de la coral y que iban a alegar en el acto que la asamblea por la que se me destituyó del cargo fue ilegal.
-¿Por qué?
-Porque fue una asamblea repentina, extraordinaria, en la que no figuraban puntos del día.
-¿Cómo se convocó?
-Se colocó un papel en el local de ensayo.
-¿Y todos los componentes se enteraron de la convocatoria?
-Sí, pero fue repentina, y la gente ya tenía sus planes hechos, sus viajes. De hecho, yo tenía que actuar ese día en Combarro con el grupo Los Antonis. Y el actual presidente de la coral lo sabía, por lo que era imposible que asistiese.
-¿Qué ocurrió en esa asamblea?
-Que se les dijo a los que sí fueron que solo había un punto del día: echar al director, o sea, a mí.
-¿Cuántos años estuvo de director?
-Los 28 que tiene de historia la coral. Yo fui fundador con María del Carmen Vázquez Omil.
-¿Y cuándo comenzaron los problemas?
-Este año.
-En ese momento ya el nuevo presidente, Víctor Pérez, ejercía la presidencia. ¿Tienen mala relación?
-Este señor es un sindicalista. Y cuando fue elegido presidente dijo que iba a "arreglar cuatro puntos de los estatutos". Uno de ellos era cambiar al director.
-¿Cómo llegó a la presidencia?
-Él llevaba cuatro años en la coral. Entró por mí. Me encontró un día por la calle y me preguntó si podía entrar en la coral.
-¿Tenían alguna amistad?
-No. Solo nos conocíamos de vista.
-Para llegar a ser presidente tuvo que contar con el apoyo de los miembros de la coral...
-Obtuvo 26 votos de los 37 coralistas, la mayoría.
-¿Pero en qué momento comenzaron los problemas entre ustedes?
-Comenzaron antes de que él llegase a ser presidente, cuando era secretario. Yo hasta ese momento cobraba el 50 por ciento de lo recaudado por las actuaciones de la coral que yo conseguía. De las que conseguía la directiva, me quedaba el 20. Pero un día me dijeron que me darían el 30 por cien por todas.
-Es decir, que el problema fue el dinero...
-No es el dinero lo que más importa, sino las palabras.
-¿Cuánto dinero puede conseguir la coral al año?
-Depende del número de actuaciones que se consiga. Por una boda, por ejemplo, se cobran entre unos 200 y 400 euros.
-¿Y después? ¿Nunca habló con ellos para manifestarles su malestar?
-Solo mantuve una reunión con ellos en una ocasión, en enero. Ese día llevé un documento conmigo en el que les transmití que se habían portado mal conmigo, ya que me acusaban de que los ensayos eran aburridos, más cortos, criticaban mi supuesta falta de sentido del humor... Por si fuera poco, me anunciaron que me bajarían lo que me pagan por los ensayos en 50 euros.
-¿Y el resto de coralistas? ¿vivían ajenos a todas estas cuestiones?
-Nunca llegaron a ver ese documento que yo llevé a la directiva. Nadie se lo explicó.
-Sin embargo, un grupo de ellos el jueves sí le defendió públicamente...
-Piden una nueva asamblea en la que se hagan las cosas bien. Son personas que no estaban de acuerdo en que se me destituyese del cargo. Ellos votaron que no en la reunión en la que se eligió a la nueva directora.
-¿Usted la conocía?
-Ella me sustituyó en una actuación en una misa a la que yo no pude asistir. Fui yo quien la llamó porque ya la conocía.
-Ella no pasaría un buen momento el pasado jueves durante su presentación, pero tampoco las otras corales invitadas al acto...
-Estaban las corales de Salcedo, Mourente y Campañó. Los de Salcedo se fueron incómodos, porque dijeron que aquellos eran problemas nuestros que deberíamos resolver.
-¿Qué va a pasar el día 9, el día del primer ensayo con la nueva director al frente?
-No va a pasar nada, porque yo no voy a estar. La directora se encontrará con 14 o con 35. Nadie lo puede saber. Algunos podrían hacerle el boicot hasta que se celebre una nueva asamblea.
-¿Asistirá el resto de coralistas?
-No lo sé. Lo único que quiero aclarar es que aquí no se está defendiendo a Manuel Antonio Pintos, yo, sino a una institución de 28 años, la Bella Helenes, y a la lucha de muchas personas.
-Pero parece que hay personas que quieren una renovación...
-Bueno, el juzgado le dará la razón a la mayoría. El juez dirá que la Coral Bella Helenes pasa a manos de la mayoría.
-Si el juez le da la razón, ¿estaría a gusto de nuevo en el cargo de director sabiendo que hay personas que no le apoyan?
-Con ellas no, pero con las 21 que tengo de mi parte sí.
-Es decir, que podría surgir una nueva coral...
-El nombre de Bella Helenes se lo quedará la mayoría. Y eso es lo que va a suceder.
