"Estamos llegando a una cima que habíamos abandonado hace muchos años, el miedo que tengo es que ahora pequemos de triunfalismo y no seamos conscientes de que en la economía hay dientes de sierra", reflexiona José María de Cabo, uno de los decanos de la hostelería de Pontevedra, a propósito de un agosto que supone un hito de ocupación hotelera en la comarca capital de las Rías Baixas.

A finales de agosto, tras 7 años de escasa ocupación y un intenso mes de lluvia "los días de sol casi podrían haberse contado con las manos", resume José María de Cabo, la ocupación en la ciudad de Pontevedra ronda este fin de semana el 80%. También es alta en el caso de Sanxenxo, el municipio que concentra el grueso de la demanda turística en la provincia y que en este 2015 también ha vivido uno de los veranos más fructíferos en años.

"La lluvia no es buena compañía para el turismo, es cierto", señala Francisco González, del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (Cets), "pero a pesar de ella el mes de agosto se ha comportado bien, el resultado es muy bueno si pensamos en el tiempo desastroso" . La principal organización empresarial turística de Galicia (Sanxenxo de nuevo lidera este año el número de pernoctaciones y las estancias medias) hace balance así del mes estrella del verano 2015, que ha significado una consolidación de las Rías Baixas como destino turístico.

A falta de tres días para cerrar los balances de ocupación, en un fin de semana como el actual que tradicionalmente registraba una moderada ocupación por la operación retorno las cifras sorprenden y "podríamos estar rondando el 80% en muchos casos, es un balance francamente positivo, cifras que hace años que no se veían; a pesar del mal tiempo la demanda se ha comportado bien y de haber otra meteorología estaríamos hablando de cifras récord", indica Francisco González.

Éste se felicitó ayer por el crecimiento del mercado, especialmente el internacional en el caso de Sanxenxo y español en la ciudad Pontevedra, el principal destino del turismo urbano en las Rías Baixas. "En este fin de semana que tradicionalmente es bastante bajo estamos en un porcentaje muy elevado de ocupación en la ciudad", resume José María De Cabo a propósito de la buenos resultados de la capital del Lérez.

"En este fin de semana coinciden dos grandes bodas con acontecimientos deportivos; un resultado francamente positivo, en cifras que hace muchos años que no se veían", resume el representante de los hoteleros.

Predomina en la ciudad del Lérez el turismo español que, añaden las mismas fuentes, "parece haber salido del letargo, y en vez de dirigirse a destinos como Marruecos, Túnez o Egipto ha preferido localidades cercanas". Otro tanto ha sucedido con los visitantes europeos "que prácticamente han copado al 100% las plazas de la costa mediterránea, Baleares y Canarias, así que el turismo nacional, por su parte, se ha venido a otras zonas como el norte, y dentro de la cornisa verde las Rías Baixas son un turismo de excepción", añade De Cabo.

Tanto en el caso del turismo internacional, que también ha crecido, como en el del español, los hoteleros indican que "suele ser un perfil de turista con poder adquisitivo medio y alto, se nota en el incremento de las ventas".

"Levábamos dos años creciendo e insistía en que era importante que se consolidase esa evolución positiva, parece ser que en 2015 vamos a cerrar con cifras récord, como no se habían visto ni en años jacobeos".

Y si la media de ocupación es positiva, se hace especialmente exitosa en el caso del Parador Casa del Barón, el buque insignia de la hotelería local, que prácticamente ha atravesado agosto con más del 90% de sus plazas ocupadas.

"La lluvia no es buena compañía", reconocen desde el Parador, "pero a pesar de ella el mes se ha comportado bien y la ocupación ha sido muy buena si se tiene en cuenta el tiempo desastroso".

Así, el Parador capitalino cerrará este fin de semana de despedida de agosto con más del 90% de sus plazas ocupadas.

Una vez más, el turismo familiar ha sido el predominante en la comarca durante los meses de verano, seguido a larga distancia del de grupos de amigos y parejas, que lidera las pernoctaciones en otras fechas como los puentes de otoño e invierno. En adelante, el sector confía en que tome el relevo el turismo de empresa y congresos, tradicionalmente el más habitual en los meses de otoño e invierno.