El Real Club Celta de Vigo desplazará el próximo día 6 de septiembre a su equipo de veteranos al campo de Baltar para disputar un amistoso con fines benéficos contra una selección local que saldrá de las plantillas de los equipos de veteranos federados en el término municipal. La iniciativa parte de la Concellería de Deportes de Sanxenxo, encargada de la organización de este partido solidario cuyo objetivo es recaudar fondos para el Banco de Alimentos, que tiene su base en A Telleira de Vilalonga. El encuentro se disputará a las 12 horas y la entrada será gratuita, pero desde la organización solicitan la donación de alimentos no perecederos.

Además de desplazar a Baltar a jugadores con renombre como Gudelj, Ratkovic, Otero, Villanueva o Vicente, el Celta regalará para esta causa solidaria varias equipaciones oficiales, firmadas por los jugadores de Primera División. A lo largo del encuentro se venderán rifas para proceder al posterior sorteo de las camisetas, para conseguir recursos en metálico que se pondrán también a disposición del Banco de Alimentos.

El alcalde de Sanxenxo, promotor de esta iniciativa, informó de esta iniciativa al presidente del Banco de Alimentos Rías Baixas, Manuel Fernández, y a Dora Pérez Alarcón, miembro de la junta directiva de esta entidad sin ánimo de lucro, quienes agradecieron al Concello su colaboración. Durante el encuentro que el regidor mantuvo con ellos -y en el que estuvo acompañado de los ediles de Cultura, Roberto Carlos Agís, y de Medio Ambiente, Coral González-Haba-, el presidente del Banco de Alimentos le mostró los almacenes que ha habilitado en el interior de las dependencias de A Telleira de Vilalonga. Esta entidad se encarga de repartir los alimentos entre comedores sociales, asilos o entidades que se encargan directamente de llevar un control en cada localidad de las necesidades sociales existentes

Donaciones altruistas de empresas han permitido la dotación de una cámara congeladora y otra de frío que permiten la conservación durante más tiempo de lácteos y otros productos perecederos. Ahora demandan una furgoneta isotérmica que les facilite el traslado de productos frescos.

Alrededor de una veintena de voluntarios se encarga de llevar a cabo la descarga de los productos cedidos, de clasificarlos por fecha de caducidad y de distribuirlos. Un ingente trabajo que permite dar cobertura alimentaria a más de 1.400 familias pontevedresas.