El Pabellón será objeto de una de sus reformas más importantes el año en el que cumplirá su primer medio siglo. La junta de gobierno local así lo aprobó ayer, autorizando el inicio de expediente para el cambio de la cubierta del recinto a lo largo de 2016. La actuación, demandada desde hace años por los clubes y deportistas que se entrenan y compiten en estas instalaciones, supondrá una inversión de algo más de 690.000 euros, cantidad con la que se pretende recuperar, además, un aspecto más acorde con el que tenía en sus comienzos esta construcción diseñada por el arquitecto pontevedrés Alejandro de la Sota.

La intervención consistirá básicamente en la sustitución de la cubierta, elemento cuyo escaso aislamiento se considera causa de las desapacibles temperaturas que tienen que soportar tanto los deportistas como aficionados que acuden a presenciar partidos y campeonatos. Se trata de una obra que desde el mismo gobierno se califica de compleja y con la que se pretenden solucionar tanto ésa como otras deficiencias detectadas con el paso del tiempo. La cubierta actual será sustituida por planchas traslúcidas que serán fabricadas expresamente para el pabellón pontevedrés según se detalló en el Ayuntamiento.

La dificultad que entrañan estos trabajo aconsejan esperar hasta mediados de año para su inicio. Y es que, de lo contrario, sería probable que la actividad deportiva pudiera verse especialmente afectada. Los trabajos se iniciarán el próximo verano para no perjudicar a los clubes y usuarios que utilizan estas instalaciones.

El objetivo que se había fijado el gobierno municipal, sin embargo, era el de ordenar el arranque de los trabajos lo antes posible. De hecho, se había planeado para el presente verano, lo que evitaría otro invierno de goteras, humedades y bajas temperaturas en la pista pontevedresa. Pero las variaciones introducidas y la necesidad de una modificación presupuestaria echaron por tierra ese calendario.

Por otro lado, la idea de que el recinto recupere un aspecto similar al que tenía cuando fue inaugurado en 1966 podría materializarse, por lo tanto, justo en el año en el que se cumplen los primeros 50 de su existencia. Las líneas y proporciones se vieron profundamente alteradas con la instalación del techo de chapas actual. El diseño original del Pabellón se considera uno de los exponentes de las señas de identidad que Alejandro de la Sota imprimía a sus proyectos.