La constructora San José ha comenzado a inspeccionar los terrenos por los que discurrirá la autovía A-57 en el tramo pontevedrés, después de que la empresa haya formalizado ya su contrato con el Ministerio de Fomento para ejecutar la obra.

El BOE publicó ayer la adjudicación del tramo de la autovía entre Vilaboa y A Ermida (Marcón) por un importe de 59.460.141,40 euros. El inicio de las obras está pendiente de la resolución en los tribunales de los recursos presentados por Salvemos A Fracha, sobre supuestas irregularidades en la contratación.

Mientras, el Ministerio de Fomento ha hecho una reserva de casi 26 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. En concreto, en el proyecto de ley de presupuestos de 2016 se contempla una asignación de 20,6 millones de euros para el tramo entre A Ermida y Vilaboa (6,2 kilómetros de vial), así como otros 5,2 millones para el trecho de A Ermida a Pilarteiros (5 kilómetros de autovía).

Los planes del Ministerio de Fomento siguen apostando por la inversión en ambos tramos en la previsión de presupuestos para 2017, en las que se proyectan 25 y 16 millones de euros respectivamente.

En la próxima anualidad también se prevé una partida superior a los dos millones de euros para el tramo Soutomaior-Vilaboa (7,5 kilómetros de vial), para el que en 2016, sin embargo, no hay ninguna consignación.

El trazado adjudicado al grupo San José es un tramo de 6,48 kilómetros de longitud que unirá Vilaboa y A Ermida, y que incluye un enlace bidireccional de conexión con la N-550 de 1,74 kilómetros.

Primer tramo

La constructora ejecutará así el primer tramo de la A-57, la vía que será la alternativa de gran capacidad a la carretera N-550 en Pontevedra. La infraestructura, que discurre por el este del entorno metropolitano de la ciudad de Pontevedra, contará con dos calzadas de dos carriles cada una. El enlace bidereccional que le permitirá conectar con la actual N-550 cruzará la línea de ferrocarril Pontevedra-Redondela y la línea de AVE del Eje Atlántico.

El proyecto a ejecutar por San José contempla además la construcción de cuatro viaductos, cinco pasos superiores y dos pasos inferiores.

La decisión del Ministerio de Fomento de adjudicar, el pasado junio, las obras del tramo Vilaboa-Ermida de la A-57, reactivó las protestas de la plataforma vecinal Salvemos A Fracha, que se opone a esta futura circunvalación, denominación que el colectivo no acepta.

Proceso "oscurantista"

Los vecinos denuncian que "todo el proceso fue oscurantista" y critican que en numerosas ocasiones intentaron reunirse con responsables del Ministerio de Fomento "y no obtuvimos respuesta", mientras que del Concello de Pontevedra "solo nos respondieron a través de los medios de comunicación para negarnos una reunión".

"No queremos cambios en el plan de la autovía. Esta carretera no es necesaria y ya tenemos la AP-9, a la que se debe retirar el peaje", es la reivindicación que constantemente plantea este colectivo, que ha recurrido la adjudicación de la obra ante los tribunales.