El carácter intrépido y valiente de Juan Antonio Gago de Mendoza a buen seguro inspiró a los numerosos participantes en la fiesta corsaria de Marín, que no se dejaron desanimar por la lluvia y disfrutaron en la calle de sabrosas y divertidas cenas. Treinta y cinco grupos particulares solicitaron celebrar almuerzos y cenas y convocaron a decenas de comensales para dar buena cuenta de distintos menús en los que la sabrosa gastronomía gallega fue la gran protagonista. Las calaveras, los parches piratas, y los pañuelos no faltaron entre los asistentes, convertidos por unas horas en corsarios. A fin de fomentar esta celebración (que ha incluido decenas de actividades como música, degustaciones, un mercado y recreaciones) el Concello premia a aquellos grupos que mejor hayan ambientado y decorado cada mesa y su respectiva caseta con motivos alusivos al corsario de Seixo.