Una semana. Ese fue el tiempo que los mejilloneros de las cincuenta bateas del polígono Portonvo A pudieron extraer mejillón. El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), decretaba un nuevo cierre ayer por la presencia de la toxina lipofílica, conocida también como DSP o diarréica.

Se trata del mismo tipo de toxina que obligó a mantener cerrado este mismo polígono 107 días en lo que va de año y que podría acabar alcanzando los 222 que estuvo sin poderse retirar mejillón en 2015 en el que es el polígono de bateas más grande de la ría. Con esta resolución, se convertían en realidad los temores de los bateeiros: que la apertura aprobada el pasado día 1 de este mes durase poco.

Las estimaciones de los mejilloneros era que permaneciese abierta al menos dos o tres semanas para sacar algo de beneficio. Y es que este polígono no está pasando su mejor momento. Además del cierre continuado por la presencia de la toxina, recientemente la zona era declarada como "C", con lo que los bateeiros no pueden comercializar en fresco este molusco, perdiendo ganancias al tener que vender su producto solo a conserveras.

De este modo, el polígono Portonovo C, la más pequeña de la costa poiense con unas 14 bateas, como la única de la ría que permanece abierta, tras la orden de apertura del pasado 1 de agosto.