La confirmación como definitivo del informe preliminar que Costas expuso en junio supone también para los colectivos patronales un motivo de alegría al ver desaparecida la que se presentaba como una amenaza para sus intereses, que la caducidad de la concesión obstaculizase el proceso para solicitar la prórroga. Ya cuando se dieron a conocer las conclusiones iniciales desde las diversas asociaciones se realizaban positivas valoraciones al respecto.

Desde la Plataforma de apoyo a la industria en la comarca de Pontevedra -colectivo que se creó hace unos meses con el principal fin de defender la permanencia de Ence y de los rellenos portuarios de Marín sobre lo que pesan sentencias de derribo- se exhibía una notoria complacencia. "Estamos encantados, muy felices y también orgullosos por si nuestra actividad ha aportado algún granito de arena", apuntaba el vicepresidente de la asociación, Agustín Nogueira. "No podemos más que estar contentos", decía.

La patronal organizada en torno a la Asociación de Empresarios de la Pequeña y Mediana Empresa de Pontevedra (Aempe) también concluía que el documento de Costas "aclara la situación" y permite que "Ence podrá ir ahora actuando en la dirección de quedarse en Lourizán", manifestó José María Corujo. "La incertidumbre siempre es pésima para cualquier empresa y aquí estaban en juego muchos puestos de trabajo", agregó, negando que hubiese otra opción que no fuese la continuidad o el cierre.

Desde estos colectivos, y otros como la Confederación de Empresarios de Pontevedra o el Club Financiero, se agradeció esta semana a la Xunta el ahora apoyo explícito a la continuidad de Ence. Lo expusieron en un comunicado en respuesta a declaraciones del Gobierno gallego en las que se apostaba por la permanencia de la factoría.