Se trata de una de las citas más solidarias y consolidadas del calendario marinense. Como durante los últimos 28 años, la localidad acogerá mañana el tradicional Festival del Kilo, en el que distintos grupos y artistas del municipio y alrededores volverán a aportar su granito de arena en favor del comedor de necesitados de Marín, que gestionan las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl y el voluntariado de la Caridad. Las actuaciones darán comienzo un poco antes de las 21 horas en la Alameda Rosalía de Castro, que acogerá a ilustres invitados de la villa como el humorista Manuel Somoza o el Trío Ruada en una fiesta que se prolongorá hasta bien pasada la medianoche. Si el tiempo no lo permitiese, los actos se traslandarían al Multiusos de la plaza de Abastos.

Durante la mañana de ayer, el comedor abrió sus puertas para dar fe de una realidad, la de los más necesitados, que necesita de la ayuda y colaboración de todos. Con respecto al festival, una de las voluntarias del centro reconoce que "supone una gran ayuda para la causa cada año y nos permite, además de dar a conocer al pueblo la labor del comedor, disponer de una gran reserva de alimentos". No en vano, el verano pasado se recogieron cerca de 400 kilos de comida no perecedera durante esta celebración, a lo que habría que sumar lo recadaudo con la venta de las rifas en las que colaboran los comerciantes de la ciudad. "Siempre que pedimos el apoyo de empresas o comercios locales se portan fenomenal y aportan todo tipo de obsequios para estos sorteos", explican. Además, aseguran que el Concello, "no sólo el gobierno, sino todos los grupos políticos, también colaboran muchísimo".

Los voluntarios destacan también la cantidad de donativos que aportan cada viernes durante el curso escolar los colegios de la villa, además de las clásicas campañas solidarias que se llevan a cabo en Navidad. Además, valoran especialmente la ayuda de muchos supermercados, instituciones como la Escuela Naval y, cómo no, de los particulares. En definitiva, apoyos de todos los espectros de la sociedad que demuestran la conciencia social de los vecinos y el buen hacer de los responsables del centro. "Lo cierto es que el comedor es muy querido y valorado por la gente de Marín", concluye una de las voluntarias.

La sala de comidas, sita en la céntrica rúa da Roda, tiene capacidad para 80 personas, un cupo que no se suele completar a diario pero, tal y como señala una de las voluntarias, "hay que tener en cuenta que también atendemos peticiones de muchas familias, la mayoría con niños pequeños, que recogen productos para cocinarlos en sus casas o se los llevan ya preparados".

Desde la organización del centro solicitan la colaboración de todos los vecinos, tanto en esta cita como durante el resto del año, e invitan a los más recelosos a que empaticen con los que sufren la pobreza y que "no se dejen influenciar por prejuicios, ya que existen muchos casos y razones diferentes por las que la gente se ve obligada a acudir aquí" explica una de las responsables del centro.

Desde 1986

El comedor social de Marín se inauguró en el año 1986, cuando un grupo de mujeres que habitualmente se reunían en las instalaciones del convento de la Inmaculada deciden crear la "Asociación de Voluntarias de la Caridad" para tratar de socorrer a las familias con problemas económicos del municipio. Casi 30 años después, el colectivo sigue ayudando en la medida de sus posibilidades, si bien reclama más que nunca el apoyo de las instituciones. El pueblo de Marín es unánime al respecto. Y es que, tal y como señala una de sus voluntarias más veteranas, "el comedor es toda una tradición que hay que conservar con la ayuda de todos".