El presunto parricida de Moraña acudió a primera hora de esta mañana a los juzgados de Caldas para realizar unas diligencias. El TSXG negó que su visita se debiese a las pruebas psiquiátricas pendientes que ayer impideron su traslado a la prisión de Mansilla de las Mulas, en León, motivado por su seguridad, ya que en el penal pontevedrés había recibido amenazas de muerte tras el brutal crimen.

Sobre las 10 horas hacía su llegada al edificio judicial un furgón de la Guardia Civil del que descendió el presunto autor del asesinato de sus dos hijas. Sobre las 11.45 finalizaron dichas diligencias y el acusado volvió al furgón policial rumbo a la cárcel.

A diferencia del sábado, cuando el acusado exhibió una actitud desafiante y opuso cierta resistencia a presentarse ante la juez, esta mañana mostró un aspecto muy desmejorado.

Después de que compareciese el pasado sábado en el juzgado, aunque se acogió a su derecho a no declarar, la magistrada decretó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza, al imputarle dos delitos de asesinato.

A diferencia del pasado sábado, este jueves apenas unos pocos vecinos y curiosos se han acercado hasta el edificio judicial para conocer la evolución de este caso, que ha generado una profunda conmoción por el muerte violenta de las pequeñas Amaia, de 4 años de edad, y Candela, de 9 años. Para evitar incidentes, en el lugar se encontraban tres vehículos del Instituto Armado y efectivos de la Policía Local. Oubel volvió a escuchar insultos y gritos de "asesino" a su salida de los juzgados, donde un reducido número de personas pedían "justicia".

El pasado sábado ante los juzgados hubo un amplio despliegue de seguridad y un cordón delimitando el perímetro. Decenas de personas se congregaron ese día ante los juzgados y protagonizaron escenas de gran tensión en el momento de la entrada y de la salida del detenido.