La adjudicación de las obras de la ronda Este, un vial que enlazará la zona de O Marco con el entorno de San Mauro, para crear un nuevo acceso a Montecelo y Príncipe Felipe, deberá ser decidida por el nuevo equipo de gobierno en la Diputación en los próximos días. Para este proyecto se manejan más de veinte ofertas y a la espera de elegir a la empresa ganadora, la institución ya ha convocado a los propietarios de los terrenos para llevar a cabo el primer pago de las expropiaciones. La resolución aún está firmada por el anterior presidente, Rafael Louzán, y corresponde al abono de los depósitos previos, a los dueños de 45 fincas.
Todos ellos están convocados para el próximo día 28 desde las diez de la mañana en el edificio administrativo de la Diputación (la antigua sede de Educación) y está previsto desembolsar unos 87.000 euros, con cuotas que oscilan entre los 52 y los 10.532 euros.
Este vial, de un kilómetro de longitud, se licitó hace varias semanas por 1,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 9 meses, con la previsión de que esta circunvalación vial interior de Pontevedra pueda estar rematada a principios del próximo año o, incluso, la finales del actual. De la citada cantidad, 460.380 euros serán para las expropiaciones necesarias para realizar el trabajo, de las que ahora se adelanta un 10%. En el periodo de alegaciones, se presentaron un total de 33. La obra afecta a 33.473 metros cuadrados de fincas de 63 propietarios. Se trata en buena parte de terrenos sin ocupar, aunque sí habrá que derribar dos pequeñas edificaciones y otros tantos almacenes, que suman unos 150 metros cuadrados en total, y talar más de 1.200 árboles.
La nueva infraestructura vial es fruto de un convenio entre la Diputación y el Concello de Pontevedra, que será el encargado de abonar las expropiaciones necesarias en suelo no urbanizable, común y rural. La Ronda Este de Pontevedra irá desde la carretera Ponte Bora-O Pino hasta la PO-532, la carretera Pontevedra-Ponte Caldelas e incluye el acceso a Montecelo y Príncipe Felipe. Tendrá dos carriles de 3,5 metros, arcenes de 1 metro y una senda peatonal de 4 metros. A lo largo de 1 kilómetro, se construirán dos glorietas.
Esta ronda forma parte de un anillo de comunicaciones periurbano que pretende circunvalar Pontevedra. Si bien no está considerado como la auténtica circunvalación de Pontevedra, sí se pretende que una serie de viales (algunos ya construidos y otros que están en proyecto) puedan unir la rotonda de San Caetano (en Alba) y el nudo de O Pino aliviando así el tráfico en el centro de la ciudad.
La previsión es que esta carretera retire de la insuficiente red viaria local más de 3.700 vehículos al día que ahora circulan por las angostas rúas das Pereiras y das Olivas y por la propia calle Pedra do Lagarto, de escasa capacidad para tal volumen circulatorio. Así se pone de manifiesto en el estudio de tráfico del proyecto Las previsiones apuntan a que los trabajos puedan comenzar tras el verano, con lo que estaría operativo este primer tramo de la ronda urbana, de 970 metros de longitud, a mediados de 2016.
