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Abogan por revisar las normas de participación ciudadana y encajar consultas como la de Ence

Los grupos municipales dudan de la propuesta del PSOE aunque Marea aboga por "no tener miedo" a preguntar a los ciudadanos -El BNG trabaja en un nuevo reglamento

Un opositor al crematorio de A Parda intenta, sin éxito, intervenir en un pleno. // Rafa Vázquez

La propuesta del grupo municipal del PSOE de convocar una consulta ciudadana sobre el futuro de Ence en su actual ubicación ha puesto en marcha un debate que va más allá de la opinión de los pontevedreses acerca de la factoría, y que se extiende a la eficacia y existencia de una real participación ciudadana en la vida municipal. Asuntos recientes como la polémica de los crematorios o de la planta de compostaje, en los que los vecinos solicitaron sin éxito intervenir en los plenos municipales para exponer su rechazo a esos proyectos han caldeado en los últimos meses la controversia sobre el Reglamento de Participación Ciudadana del Concello, un documento de 1999 que Marea Pontevedra ya calificó ayer de "antediluviano".

Por ello, por encima del asunto de Ence, el debate surgido ayer a raíz de la iniciativa del PSOE aboga por modificar en profundidad ese reglamento de modo que puedan encajar consultas como la de Ence pero otras vías de participación vecinal. La convocatoria de una consulta popular, referéndum o la fórmula que se elija por parte de un Concello debe ceñirse únicamente a asuntos de índole municipal, de ahí que la pregunta sugerida por los socialistas (¿Considera adecuado que en el futuro PXOM los terrenos que en la actualidad ocupa Ence en las marismas de Lourizán tengan la consideración de suelo industrial, facilitando así la permanencia de la empresa en la ría de Pontevedra?) trate de incidir en un asunto municipal como es el Plan de Urbanismo.

Suspicacias

Pero tanto la pregunta como todo el proceso ha levantado dudas, cuando no suspicacias, entre los demás grupos. El PP ya apunta a un desacuerdo con la iniciativa toda vez que su postura es claramente a favor de la continuidad de la empresa en su actual ubicación "porque esa es la opinión mayoritaria" de casi todos los sectores sociales consultados por el partido en vísperas de las pasadas elecciones municipales. El BNG también ha cuestionado la legalidad del proceso al recordar que debe ser autorizado previamente por el Estado y hasta ahora no se ha permitido ninguna de estas consultas, al margen de que podría exceder de las estrictas competencias municipales.

Incluso Marea, abiertamente a favor de las consultas ciudadanas y contraria a la continuidad de Ence en su actual emplazamiento mostró ayer sus recelos. De entrada, con respecto a la propia pregunta que sugiere el PSOE, que Luís Rei, portavoz de Marea, considera "enrevesada". Rei subraya que "creemos en la democracia y no tenemos miedo a que los ciudadanos se expresen directamente sin intermediarios sobre temas importantes". Pero debe realizarse a través de un Reglamento de Participación que actualice el de 1999. "Sería importante que antes de cualquier consulta se reforme ese reglamento, estableciendo de forma más efectiva la participación vecinal", entre ellas la intervención de los ciudadanos en los plenos. El portavoz de Marea recuerda que desde la primera corporación democrática, en 1979 "no hubo ninguna consulta y algo falla", por lo que aboga por una reforma de la norma para "facilitar" que los vecinos tengan voz directa en la vida local.

Previsiones

Por su parte, el BNG ya apuntó ayer que su concejal de Régimen Interior y Personal, Vicente García Legísima, ya tiene entre sus planes una revisión del citado reglamento, mediante la convocatoria de "reuniones con entidades sociales y políticas". En el caso concreto de la consulta sobre Ence, el gobierno local sostiene que el primer paso será "solicitar los oportunos informes a los servicios jurídicos para conocer las posibilidades legales de su convocatoria, ya que son muchos los ejemplos de consultas anuladas o no permitidas en España". Se da la circunstancia de que el paquete de 90 medidas para los cien primeros días del mandato elaborado en su día por el BNG establecía seis propuestas de "participación social" y la segunda de ellas era "reunir a la junta de portavoces para iniciar el proceso de modificación del Reglamento de Participación y del Reglamento Orgánico de la Corporación" que regule, entre otras cosas, las intervenciones vecinales en los plenos.

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