La mujer que fue víctima de una agresión por parte de su pareja en Lalín, a la que el hombre habría intentado quemar después de arrojarle alcohol etílico, renunció a su abogado antes de que comenzase el juicio convocado para ayer en la Audiencia de Pontevedra. Por este motivo la vista fue aplazada hasta que se nombre nuevo letrado.

Se juzga a un vecino de Lalín, de nacionalidad portuguesa, como presunto autor de un delito de lesiones. La Fiscalía pide una pena de 10 años de cárcel para este hombre, así como una indemnización de casi 200.000 euros y la prohibición de acercarse a la víctima o de comunicarse con ella por un periodo de 20 años.

Los hechos se remontan al 19 de noviembre de 2006. El acusado, J.A.C.A., acababa de tener una discusión con su pareja, en el domicilio que ambos compartían en Lalín, porque ella quería poner fin a la relación sentimental y abandonar la vivienda. El hombre, "con la intención de atentar contra su integridad física", según relata el escrito de Fiscalía, roció a la víctima con un bote de alcohol etílico, mojándole tanto el cuerpo como la ropa, y le prendió fuego con un mechero.

A raíz de esta agresión, la mujer sufrió quemaduras de segundo grado en la zona de la mandíbula, el costado y el pecho, de modo que la superficie corporal afectado por el fuego fue de un 6%, según la acusación pública. Para curarse de las lesiones, la mujer primero estuvo ingresada con medidas intensivas -intubación orotraqueal y ventilación mecánica, en concreto-, para, posteriormente, pasar a tratamientos médicos y quirúrgicos a base de injertos de piel, collar cervical o ansiolíticos, entre otras medias. Precisó, en total, 21 meses para curarse, pues además de los 35 días de ingreso hospitalario, necesitó otros 616 para poder volver a llevar una vida normal.

Padece, además, secuelas como la limitación de la movilidad cervical y un trastorno por estrés postraumático, según la acusación pública.