Las quejas al Valedor do Pobo por los ruidos y molestias que genera la "movida nocturna" no cesan. Así se pone de manifiesto en el último informe de esta institución, que constata que las reclamaciones vecinales son una constante en todos los concellos. Y Pontevedra no es una excepción. Entre los expedientes tramitados a lo largo del pasado año, el comisionado del Parlamento gallego subraya dos casos concretos, por las molestias de un bar y por el "insufrible ruido" de las fiestas de verano en el centro urbano.

Con esos dos asuntos como punto de partida, el Valedor do Pobo ha aconsejado al gobierno local que intensifique los controles y mediciones por parte de la Policía Local y que, sobre todo, los lleve a cabo en el momento de la denuncia, no horas después. Además, reprocha al Concello que plantee la "excusa" de que los agentes municipales "carecen de los conocimientos necesarios para efectuar las mediciones". Replica que "esta disculpa no resulta adecuada, puesto que la labor se realiza por los policías locales en la mayoría de los concellos y la pericia necesaria para el manejo de los aparatos es escasa y similar a la que se precisa para el manejo de otros medios necesarios, en otro tipo de controles".

En lo que se refiere al bar, en la calle Galera, el expediente se originó a raíz de la queja de una familia, que denunció incluso discusiones y enfrentamientos con los propietarios del local. Aunque el Valedor reconoce que la actuación municipal fue correcta en lineas generales, sí constata algunas lagunas, por lo que emplazó al Concello a "realizar cuantas mediciones se reclamen para comprobar y corregir el ruido transmitido por el local a la vivienda afectada, y que esas comprobaciones se hagan cuanto se denuncie, es decir, en el preciso momento en el que el local esté perjudicando con niveles inadecuados de ruido". También aconseja que "se evite el consumo o la presencia molesta de grupos de personas a las puertas del local". La recomendación fue afectada por el Concello.

Fiestas del verano

Más llamativa, y aún sin solución, es el otro ejemplo de contaminación acústica que destaca el Valedor, referida a las fiestas de la Peregrina en la Alameda y su entorno. En concreto, se subraya el malestar de unos vecinos por "soportar durante diez días de fiestas un insufrible ruido que excede con mucho lo permitido por las normas". Añade que, según esa queja, "el ruido de la orquesta es incompatible con el descanso, ya que se prolonga hasta las cuatro de la mañana y se da en medio de un parque del centro de la ciudad". El Concello respondió que "esas circunstancias tienen amparo legal en la ley de ruido y la ordenanza municipal, en las que se permite la suspensión temporal de los límites acústicos". En cambio, el Valedor sostiene que "debe actuarse de la forma menos gravosa posible para los ciudadanos (proporcionada)" y subraya que "la propia ordenanza de Pontevedra establece que se deben imponer instrucciones para reducir al máximo posible las molestias a la ciudadanía".

Comprobaciones

En una primera respuesta el Concello "dio cuenta de una serie de medidas para cumplir esta condición, pero sin concretar las medidas establecidas, fundamentalmente los niveles permitidos, los horarios, la comprobación continuada de su cumplimiento y el resultado de esas comprobaciones. Además, no se concretó la intervención en relación con el principal motivo de la queja, la orquesta (días, horario, niveles de ruido...)", por lo que el expediente continúa abierto a la espera de aclarar esas dudas.

En su informe el Valedor destaca que en algunos municipios se adoptaron medidas activas, como la instalación de sonómetros permanentes en los bares y destaca el caso de Sanxenxo, pero también reprende a este concello donde "comprobamos malas prácticas en relación con este asunto, puesto que debido a la presencia de esos aparatos, no se realizan las comprobaciones precisas en caso de denuncia de fraude en el uso" de esos sonómetros.