La conocida ronda urbana de Pontevedra continuará tomando forma con la aprobación definitiva hoy de uno de sus tramos que conectará la carretera de O Pino-Bora con el vial que une la capital de la provincia y Ponte Caldelas. Una infraestructura que se diseña también como acceso al hospital de Montecelo y al centro Príncipe Felipe. La bautizada como Ronda Este formaría parte de este anillo circulatorio periurbano que impulsan distintas administraciones y que tendría como objetivo ser una alternativa para canalizar los tráficos entre el norte y sur de Pontevedra sin necesidad de atravesar el centro urbano. Una circunvalación, por así decirlo, de carácter secundario que uniría la rotonda de San Caetano, en Alba, con el nudo de o Pino.
El vial que hoy será aprobado de forma definitiva tendrá en torno a un kilómetro de longitud y finalmente recibirá el visto bueno sin sufrir modificaciones en su trazado original. De las 33 alegaciones que se presentaron a finales del pasado año al proyecto, tan solo una de ellas solicitaba una modificación del trazado propuesto, y fue rechazada por la Diputación. La propuesta alejaba el vial unos dos kilómetros hacia el norte de la ciudad y fue desestimada. En cuanto al resto, fueron aceptadas varias peticiones que afectaban a cuestiones menores en cuanto a los bienes afectados por la construcción de este vial.
El proyecto definitivo de la ronda este mantiene por lo tanto el número de expropiaciones necesarias para ejecutar el proyecto en 63 fincas afectadas. Entre los bienes que se llevará por delante la carretera están dos almacenes y dos pequeñas construcciones de uso agropecuario, es decir, unos galpones, que también deberán ser expropiados.
El proyecto que hoy se someterá a aprobación por parte del Pleno parece que contará con el respaldo de los tres grupos políticos, no en vano se trata de una infraestructura consensuada en su día entre la Diputación (gobernada por el PP) y el Concello de Pontevedra (que tiene al BNG y al PSOE como miembros de su gobierno). Fuentes de la institución provincial indicaron ayer que todo hace indicar que una vez que reciba luz verde la obra podría salir a licitación casi de inmediato.
El vial ocupará 33.473 metros cuadrados, afectará a unos 1.300 árboles y supondrá una inversión en la adquisición de los terrenos necesarios de 460.000. El acuerdo entre la Diputación y el Concello estipula que aunque será la institución provincial la que tramite el proceso expropiatorio, este será financiado con fondos municipales.
A esta inversión habrá que sumar 1,8 millones de euros procedentes de las arcas provinciales, lo que supone una inversión global en esta obra de 2,5 millones de euros.
Senda peatonal
El nuevo vial entre O Marco y San Mauro tendrá algo menos de un kilómetro de longitud y su fisonomía es idéntica al vial de Lérez que desemboca en el puente de Monte Porreiro también pactado entre el Concello y la Diputación en 2008. Tendrá dos carriles de 3,5 metros de ancho cada uno, arcenes de 1 metro y una senda peatonal de cuatro y se añade dos nuevas glorietas a la de la PO-542: una de ellas en el entronque con Pedra do Lagarto y la otra, en su desembocadura en la carretera de Ponte Caldelas. Cuenta con un total de tres glorietas, incluida la ya construida en la carretera de O Pino-Bora durante su desdoblamiento.
A partir de ahí se está trabajando para diseñar el mejor entronque de este vial con el acceso a Montecelo y Príncipe Felipe. De esta forma, el ayuntamiento ya aprobó la cesión temporal para facilitar la tramitación del proyecto. La idea es cambiar el trazado del acceso a Montecelo para desviarlo un centenar de metros hacia Pontevedra y que enlace así directamente con la ronda este.
