De no ser por la implicación de los directivos de El Nogal, el Puerto de Vigo carecería hoy de los servicios que permiten la entrada de frutos secos. Después de numerosas gestiones convencieron al presidente portuario, Ignacio López-Chaves, de la necesidad de gestionar ante la Administración estatal la autorización del Punto Designado de Importación (PDI) y Punto de Entrada Asignado (PED). Pero hasta que la Subdirección General de Sanidad Exterior concedió el permiso, el pasado mes de abril, transcurrió más de un año para que el organismo portuario superase todas las revisiones y hacer una serie de mejoras en el PIF en las que gastó más de 36.000 euros.

"Además de ser bueno para nuestra empresa, este servicio supone un aumento de actividad para el puerto de Vigo y su zona de influencia", destaca el director gerente de El Nogal, José Luis Quintas. Porque seguramente habrá otras empresas que también opten a partir de ahora por importar productos, sujetos como los frutos secos a especiales controles -y que por el riesgo de contener sustancias contaminantes y nocivas deben inspeccionarse por separado en unas instalaciones homologados- a través del puerto de Vigo.

Para El Nogal, este servicio portuario marca un antes y un después en la dinámica de su producción y en la competitividad de su oferta. "Llevamos desde 1990 trayendo la materia prima al puerto de Valencia. Este transporte implicaba un 5% de sobrecoste", asegura Quintas. Entre otras desventajas. Una guarda relación con el hecho de que en el Levante opere la gran mayoría de las empresas españolas de frutos secos. "Y claro, si en ese puerto hay que dar salida a un contenedor, antes despachan los de allí", razona el empresario.