Días de intensa actividad para los bateeiros de la comarca de O Morrazo. El fin de semana previo a las fiestas navideñas es uno de los más importantes del año y eso tiene su reflejo en los muelles. En el de Bueu el movimiento de barcos y camiones fue una constante el sábado y el domingo y los bateeiros prevén hoy otra jornada de ventas importantes.
Esta situación que vive la ría de Pontevedra contrasta radicalmente con la de hace justamente un año, cuando la toxina mantuvo cerrados todos los polígonos mejilloneros durante la época más importante del año. El sábado la actividad resultaba frenética en el puerto buenense y hubo barcos que estuvieron descargando mejillón hasta las cinco de la tarde. A estas alturas de la campaña esa producción se destina en su inmensa mayoría al mercado de fresco puesto que la industria hace días que paró ya debido a las vacaciones. "Casi todo va para los mercados, sobre todo estos días que hay muchas cenas de empresa y que viene la cena de Nochebuena", explican algunos bateeiros de Bueu.
Por eso las depuradoras no dejan de aprovisionarse en estos días para poder atender la demanda. El mejillón debe estar al menos 24 horas en proceso de depuración y en cuanto ese marisco se coloca en el mercado las depuradoras se apresuran a reponer existencias. Eso provocó que incluso ayer, jornada dominical, hubiese trasiego de descargas y de camiones en el muelle de bateeiros de Bueu. "Mañana [por hoy lunes] volverá a ser un día fuerte e incluso el martes habrá movimiento con los últimos rezagados", explican fuentes del sector mejillonero.
El resultado de la campaña está siendo en general positivo, aunque todo el mundo añade la habitual coletilla de "siempre podría ser mejor". Un matiz referido a los bajos precios de venta del molusco. Aún así, el sector de la ría de Pontevedra logró que el precio del mejillón grande repuntase ligeramente aprovechando que sus bateas son las principales productoras de esta clase y que a estas alturas la oferta ya menguaba en el resto de rías gallegas.
Este año la práctica totalidad de los polígonos bateeiros de Galicia afrontaron la campaña de Navidad abiertos y libres de toxina, una situación que debería mantenerse al menos hasta principios de la próxima primavera. Incluso la ría de Pontevedra, que habitualmente es la primera en cerrar y la última en abrir, ha podido trabajar sin sobresaltos desde el mes de noviembre. Los polígonos de Bueu abrieron a finales de octubre y sólo en Combarro hubo un cierre de unos días por culpa de la toxina PSP o paralizante.
Un ciclo que no para
Una vez pasadas estas fechas navideñas el sector volverá a centrarse en los trabajos para el desdoble de las cuerdas y colocar cría para dar continuidad al ciclo de producción de uno de los recursos más importantes de las rías gallegas.
